eibar - “Parece que tengo que dar la nota siempre”, bromeaba Samuel Sánchez, dolido en cuerpo y alma, castigado por la mística de Arrate, la misma a la que se abrazó, triunfante, en tres años consecutivos: 2010, 2011 y 2012 mientras se dirigía, por su propio pie y entre un mar de fotógrafos, hacia la ambulancia. Bromeaba por buscar el lado positivo tras la fuerte caída que sufrió camino al santuario, cuando se sentía ganador una vez más, y que le mandó al sanatorio. Magullado en todo el cuerpo, roto el maillot en mil pedazos, el asturiano cruzó a duras penas la meta y se dirigió directamente al centro de curas de la DYA. Por el camino dejó un reguero de sangre que brotaba de su mano izquierda.
Samuel se fue al suelo en pleno descenso, a unos 800 metros de meta, cuando luchaba por la victoria. El asturiano del BMC, que realizó una gran ascensión en las exigentes rampas de Matxaria, a su ritmo, sin ahogarse, pero siempre constante, enlazó con el grupo de favoritos, en el que rodaban Valverde, Contador, Urán y Bardet, entre otros, en la curva que enlazaba el camino de Matxaria con la subida a Arrate, la de toda la vida, la que le amó hasta que ayer le partió el corazón. Aguantó unos pocos metros a rueda, ojo avizor, y se marchó tras la rueda de Bardet, a quien superó sin excesivos problemas. Fue entonces, tal y como relató Valverde, cuando Samuel echó la vista atrás, se metió ligeramente en la hierba y, al intentar regresar a la carretera, se fue al suelo, saliendo despedido hacia el centro de la carretera, sin que ni él ni su bicicleta llegaran a impactar con algún otro corredor.
Una vez pudo ponerse en pie, casi por inercia, herido en el orgullo, se subió sobre su bicicleta y recorrió como pudo la distancia hasta meta. De ahí se dirigió al puesto de la DYA, en el que permaneció por un periodo de unos 15 minutos mientras algunos conocidos y un buen puñado de periodistas aguardaban su salida. Vendado y con el brazo izquierdo en cabestrillo, se adentró en la ambulancia. Este le condujo directo al hospital de Mendaro, donde se le realizaron diversas pruebas para determinar el alcance exacto de sus lesiones.
En declaraciones recogidas en la web del BMC, Yvon Ledanois lamentaba el percance de su corredor: “Ha sido un mal día. Samuel se encontraba bien en la última subida. Ha ido a ritmo porque conoce bien la llegada. Lo hizo perfecto atacando en el momento justo, con velocidad. Es difícil saber qué hubiese pasado exactamente, pero creo que habríamos ganado. Pero así es el ciclismo”. En una línea similar, Valverde admitió que Samuel Sánchez estaba “en condiciones” para ganar pues “conoce bien la llegada”.
un tendón roto Hasta el hospital se dirigió su mujer, a quien tranquilizaron con una llamada de teléfono mientras Samuel se subía a la ambulancia. El ciclista asturiano abandonó el hospital pasadas las nueve de la noche con varias contusiones, pero sin nada roto, salvo el tendón del dedo índice de la mano izquierda. El corredor asturiano sopesa si salir en la contrarreloj de hoy después de que su reclamación a los jueces de carrera no prosperase y le aplicaran un retraso de más de medio minuto en meta.