Atlético Madrid3 - Sevilla1

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Vrsaljko (Min. 2, Juanfran), Savic, Godín, Filipe; Carrasco (Min. 82, Gaitán), Gabi, Saúl, Koke, Carrasco; Gameiro (Min. 61, Fernando Torres) y Griezmann.

SEVILLA: Sergio Rico; Mariano, Mercado, Rami, Lenglet (Min. 46, Jovetic), Sarabia (Min. 63, Vitolo); Escudero, N’Zonzi; Ben Yedder (Min. 63, Correa), Nasri y Vitolo.

Goles: 1-0: Min. 36; Godín. 2-0: Min. 60; Griezmann. 3-0: Min. 77; Koke. 3-1: Min. 84; Correa.

Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño). Amonestó a los locales Filipe y Carrasco y a los visitantes Escudero, Rami, Sarabia y Mercado.

Incidencias: Vicente Calderón, 55.000 espectadores.

Madrid - Un partido solvente del Atlético de Madrid y los goles del francés Antoine Griezmann, también asistente, del uruguayo Diego Godín y Koke Resurrección sometieron al Sevilla, doblegado sin matices, apretado en el tercer puesto y alejado, probablemente ya de forma definitiva, de la pelea por el título de Liga.

El Atlético fue mejor por ambición, por ocasiones, por juego, por intención y por convicción que el conjunto andaluz, que se marchó del Vicente Calderón con un gol anecdótico en el tramo final, de Correa, con todo ya decidido, con sólo dos puntos de ventaja sobre los rojiblancos y con la diferencia particular, además, perdida.

El inicio del Atlético fue potente. Le dio al Atlético para empujar atrás a su rival, pero no para mover el marcador. Sí para unos cuantos amagos, con más intención que éxito; para generar agitación en torno al área visitante y para una ocasión, la contra que manejó a la perfección Yannick Carrasco y que terminó con una vaselina en el larguero de Kevin Gameiro.

El Sevilla tardó en asomarse al área colchoneral pero sin profundidad ni constancia. Y de pronto, en un detalle inesperado en un encuentro de tal magnitud, se encontró por detrás con un gol de Diego Godín. Hubo mucho de mérito tanto en el preciso y tocado pase a balón parado de Antoine Griezmann como en el certero cabezazo del central uruguayo.

Un detalle en el área, de esos que aumentan su transcendencia en un duelo entre dos equipos de alto nivel, que desniveló el encuentro al descanso. Había sido mejor el Atlético, sobre todo al comienzo, pero tampoco había generado apenas oportunidades. A la segunda clara marcó su gol, concreto y ganador al ntermedio. Y también al final.

Pero, más allá de eso, también suponía una reflexión para el Sevilla. Sin proponer algo más en ataque, salvo alguna aparición de Nasri o Vitolo que terminaron en nada, y sin un plus de presión e intensidad no hay forma de ganar en el Calderón. Ni con el 0-0 ni con el 1-0. Necesitaba más, mucho más, para superar al Atlético.

Desde el banquillo mostró cierta intención para el segundo tiempo, con una simple sustitución -entró Jovetic, un delantero, y se fue Lenglet, un central-, con la que removió su sistema, de los tres centrales a la línea de cuatro, y con su primer tiro entre los tres palos, un remate flojo y centrado de tacón de Pablo Sarabia. Ya algo para las estadísticas y las sensaciones ofensivas del equipo andaluz, pero, a la vez, nada inquietante para el Atlético, con la mente mucho más despejada en ataque que su rival, sobre todo cuando la conexión atañe a Gameiro y Griezmann, que se entienden de forma extraordinaria. El primero sirvió, el segundo remató. Fuera.

Por unos milímetros, los mismos que le faltaron después a Gameiro en un control ante Sergio Rico y que luego separaron al portero de impedir el golazo de falta directa de Griezmann, imposible para el guardameta por potencia, dirección y golpeo del internacional francés, aclamado por todo el Calderón a la hora del encuentro.

Igual Fernando Torres instantes después. Su reaparición en un encuentro tras el choque que le dejó inconsciente el pasado 2 de marzo en Riazor para la última media hora ante el Sevilla, del que no hubo ni rastro de reacción, con el 3-0 en contra de Koke y con el 3-1 de Correa para rebajar una derrota incontestable.