Vitoria - El próximo mes de agosto Vitoria será la sede del II Mundial de rugby inclusivo. Un evento internacional que pondrá a la ciudad en el punto de mira deportivo en pleno verano gracias a un deporte que poco a poco empieza a tener más repercusión. Ésta incluso pudiera aumentar si el próximo 30 de abril Mendizorroza acoge la final de la Copa del Rey, tal y como desea uno de los dos finalistas, la Unió Esportiva Santboiana. La idea está lanzada, pero hasta el 6 de marzo hay plazo para presentar las posibles sedes. No hay por ahora propuesta formal alguna. El otro finalista, El Salvador, quiere jugar en casa, en Valladolid como sucedió el año pasado, aunque el club catalán se ha negado y prefiere un escenario neutral. Por eso ha apuntado su intención de que el campo del Paseo de Cervantes acoja dicho acontecimiento.

Es en este punto el Deportivo Alavés el que tiene la última palabra, puesto que después de esa fecha deberá jugar todavía dos partidos más de liga, ante el Athletic y Celta el 7 y 14 de mayo respectivamente. Cómo quede el césped es una de las preocupaciones de los rectores albiazules y es por ello que han pedido informes al respecto para tener más clara su postura. Precedentes hay y favorables además a poder compatibilizar en una semana dos eventos deportivos tan distintos. El pasado 19 de noviembre, en Anoeta, se jugó un amistoso de rugby entre Estados Unidos y Tonga y siete días más tarde la Real Sociedad recibió al Barcelona sin problema alguno. “El tema es que el campo esté blando y en las melés se levante un poco, pero en abril no debería haber ningún inconveniente. Nosotros tuvimos especial cuidado y trabajamos conjuntamente con la gente que habitualmente trata el campo”, apunta Aitor Aristegi, organizador de aquel duelo internacional.

Mismamente la final del curso anterior se disputó en el José Zorrilla, entre los dos equipos pucelanos, y días después el Real Valladolid completaba la parte final de la temporada sin problema alguno. Fueron 26.000 espectadores aquella mañana y las entradas costaron diez euros, salvo los menores de quince años que accedieron gratis. “El matrimonio rugby y fútbol puede aportar muchas cosas y también valores. Hemos tenido alguna conversación con Javier Tebas, porque los estadios que hay en España son magníficos para organizar partidos de rugby de nivel. En otros países es un negocio”, cuenta Aristegi.

Con el beneficio económico que para la ciudad en cuestión tiene ser la sede de un acontecimiento de este calibre. Además de la venta de entradas están los ingresos por patrocinadores, el impacto televisivo -el encuentro se ofrecerá casi seguro en Eurosport- y lo que se genera para la hostelería con la llegada de miles de aficionados. San Sebastián recibió un millón y medio gracias al gasto de los seguidores que pernoctaron, comieron y bebieron durante ese fin de semana. Se calcula que de media cada persona se deja unos 110 euros entre todos los conceptos. Además de los aficionados del Gaztedi, en Euskadi hay un notable seguimiento al rugby con clubes con un gran tirón.

“Si se concreta resultará una oportunidad fantástica para Vitoria tanto a nivel deportivo como económico. Se ría una pena perder dicha posibilidad”, admite el presidente del club vitoriano Moisés San Mateos.

Cierto es que de entrada el propietario del campo debe hacer frente a una serie de gastos que marca la Federación Española de Rugby. Por un lado un canon de 8.000 euros, después el alojamiento de los dos equipos, otros 2.000 euros que se lleva el equipo visitante -al ser en campo neutral habría que ver cómo se resuelve esto- y un euro a abonar al ente federativo por cada una de las localidades que se vendan a partir de la 10.000. En cualquier caso, hay que valorar todas las posibilidades durante estos días y tomar una decisión para el 6 de marzo.

De disputarse la final de la Copa del Rey el próximo mes de abril no sería la primera vez que Mendizorroza acogería un partido de rugby. Y es que en junio de 1976 en un encuentro de exhibición, el San Viator fue uno de los dos contrincantes, tal y como se puede ver en la foto. Por aquellos años era el Kirrinka uno de las entidades pioneras del rugby en Álava, aunque en 1983 tras un encuentro amistoso ante el propio Gaztedi desaparecería tras no consumarse su ascenso de categoría. Tan sólo duró cuatro años como entidad.