Vitoria - Osmar Ruiz de Arcaute, el actual rey de la velocidad alavesa, estuvo el pasado fin de semana a punto de batir una de las marcas que más vigencia acumula dentro del territorio. El pupilo de Alicia Lagartos, de 24 años y estudiante de IVEF, marcó un excelente crono de 35,53 segundos en una prueba de la Federación Alavesa celebrada en Mendizorroza. Tan solo dos décimas le impidieron mejorar el registro de Óscar Ibáñez que data de la friolera de hace más de dos décadas, concretamente un 30 de abril de 1995.
Con 35,33 segundos, Ibáñez continúa ostentando la mejor marca en esta prueba que no es oficial en categoría absoluta y supone una especie de rampa de lanzamiento para preparar los 400 metros, cuyo récord también es propiedad del legendario velocista alavés. Sin embargo, es solo una cuestión de tiempo que su crono de 47,99 se vea pulverizado por este espigado joven que ya tiene en su poder la mejor marca histórica alavesa del 200 -un 21,82 segundos firmado el 26 de junio de este año- y ahora, a instancias de su entrenadora, pretende redoblar la apuesta pasándose a una distancia superior. “Creo que ese récord lo tengo en mis piernas”, reconoce el joven atleta.
Tras sufrir una terrorífica lesión con apenas 13 años jugando a fútbol al fracturarse el tobillo, Osmar se ha asentado como el velocista de referencia del territorio en los diferentes eventos autonómicos y estatales. Precisamente su próximo gran objetivo es el Campeonato de Euskadi en febrero del que viene, para lo que intensificará la preparación corriendo carreras de 200 y 400 metros en el velódromo de Donostia. - O.S.M.