pamplona - El deporte se alimenta del cambio, de las caras nuevas y de unos ciclos que terminan y otros que empiezan. El inexorable paso del tiempo no perdona a nadie y los eternos campeones ceden el trono a regañadientes, ante una oleada de jóvenes cada vez más pujantes.

El 27 de este mes, en el Ogueta de Vitoria se darán varias circunstancias curiosas. La primera, más evidente y más importante, es que el Cuatro y Medio estrenará campeón. Ni Bengoetxea ni Altuna saben lo qué es ganar la txapela en la jaula, aunque el leitzarra fue finalista en 2012. El guipuzcoano, a sus 20 años, afronta el partido más importante de su incipiente carrera y tendrá que reprimir los nervios para salir victorioso de su primera final desde que juega con los mayores.

Otro hecho reseñable es que por primera vez desde el año 2007, no estarán ni Irujo ni Olaizola en el partido por el campeonato. Tal ha sido el dominio de estos dos manistas, que de los últimos 14 años, en 12 ha llegado al menos uno de los dos a la final del acotado.

Es de sobra conocido por todos los aficionados que el de Ibero no ha participado debido a su dolencia cardíaca. No ha podido estar en la cancha, pero sí en la contracancha, donde ha ejercido de botillero de Joseba Ezkurdia. Al tres veces txapeldun se le ha visto activo en su nuevo papel aunque como él mismo reconoce, cuando estás en el frontón a mil revoluciones, la silla pasa a un segundo plano.

Olaizola, en cambio, pasó la liguilla de cuartos con tres victorias pero dejó síntomas de irregularidad en sus apretados triunfos ante Bengoetxea y Ezkurdia. El pasado domingo, el heptacampeón se vio superado en todo momento por un Jokin Altuna que tras plantarse en semifinales casi de rebote, jugaba con el desparpajo del que no tiene nada que perder.

Otro curiosidad digna de mención es que con el triunfo in extremis de Oinatz ante Urruti, el de Zarátamo se queda sin su quinta final consecutiva. El de Asegarce venció a Olaizola en el mano a mano de 2015, en el Cuatro y Medio de hace un año cuajó una remontada antológica ante Irujo, prosiguió su racha ganando el Parejas jugando de zaguero y la continuó -esta vez con derrota- en el Manomanista 2016 ante el pegador Iker Irribarria.

Así pues, no estará Aimar, no estará Irujo y tampoco estará el hombre de moda en los últimos tiempos; Mikel Urrutikoetxea. Los que sí saltarán al Ogueta serán Bengoetxea y Altuna. El primero está ante su gran oportunidad para completar la triple corona, el segundo quiere consumar la sorpresa finiquitando un campeonato en el que ha ido en franca progresión.

Las caras cambian, las sorpresas se agradecen y el tiempo no perdona a nadie. Oinatz quiere cerrar el círculo redondeando una carrera más que notable, Jokin empieza a recorrer su camino y quiere llevarse una txapela para el trayecto.