Etxebarri - Aimar Olaizola y Oinatz Bengoetxea comenzaron ayer su participación en el Cuatro y Medio de Primera con un absoluto partidazo. Tanto el goizuetarra, que acabó llevándose el gato al agua con un gran final, como el leitzarra se asomaron al Labrit de Iruñea para deleitar a los 600 espectadores que estuvieron presenciando una cita titánica entre dos grandes manistas. De hecho, por el juego desplegado en la cancha iruindarra, Olaizola II y Bengoetxea VI se colocan como opositores a la txapela. Y es que, demostrando qué capacidades tienen, rayaron a gran nivel. Oinatz sacó a relucir agresividad para enredar a un Aimar que fue de menos a más. A pesar de perder, el pelotari de Leitza manifestó “haber disfrutado”. El guion fue estupendo.

El siete veces campeón de la jaula no estuvo fino en los primeros compases y vivió a contracorriente -incluyendo un 11-15 y un 16-18- hasta la igualada a 18. Por entonces, Bengoetxea había metido mucho ritmo y arriesgó. Olaizola fue recuperando con el traqueteo hasta el empate. Y, como casi siempre pasa con Aimar, durísimo, a pesar de verse superado de inicio, el final de contienda se dirimió a su favor (22-19).