bilbao - Después de que el pasado jueves los palistas Saúl Craviotto y Cristian Toro se proclamaban campeones olímpicos en la categoría de K2 de 2.500 metros, y de que Marcus Cooper también se colgara el oro el pasado martes en K1 de 1.000 metros, ayer se metió en la lucha por los metales la embarcación de K4. Y, en ella, destacó el piragüista Iñigo Pena. El zumaiarra debutaba en una cita olímpica sin mucho optimismo, pero con toda su ilusión y las remadas le han llevado ya hasta la final de su categoría. Sin embargo, a pesar de los triunfos piragüistas que le anteceden en Brasil, Peña es cauto ante la final a la que se enfrenta esta tarde (15.12 horas). “Hay que ser realistas. Sabemos que el K4 es la prueba reina. Es prácticamente la más complicada. El objetivo es estar entre los cinco primeros y si se puede llegar más adelante mejor”, aseguró el guipuzcoano.
De hecho, Peña prefiere alegrarse por lo conseguido antes de ponerse el techo demasiado alto y, después, morder el suelo. “Estamos muy contentos, estar en la final ya es un diploma asegurado. Ya nos hemos quitado un peso grande de encima porque el primer objetivo está cumplido y en la final, a disfrutar y a luchar por los primeros puestos pero sin confiarnos ni dejarnos llevar por la euforia”, afirmó el guipuzcoano. Y es que Peña se clasificó junto a sus compañeros Javier Hernanz, Rodrigo Germade, Óscar Carrera, tras conseguir el segundo mejor tiempo de una semifinal muy reñida -y de la que solo seguirían vivas tres embarcaciones-.
Es más, el cuarteto necesitó de una impresionante remontada para garantizar su presencia en la final debido a que arrancó en las posiciones zagueras y pasó en cuarto lugar en los dos primeras parciales. Sin embargo, finamente llegaron tan solo después de la canoa eslovaca con un tiempo de 3:00.237 minutos. “Sabíamos que iba a ser una regata complicada porque había mucho viento, sobre todo bastante de lado en la primera parte. Además, sabíamos que muchos países se la iban a jugar e iban a intentar sorprender y salir muy adelante. Nosotros supimos tener la cabeza fría porque sabíamos que a partir de la mitad la carrera se complicaba y había que llegar con fuerza en la última parte. Y así ha sido. Hemos llegado con fuerza y como segundos para clasificar a la ansiada final”, afirmó Peña.
Craviotto, a la final de K1 Saúl Craviotto, que ya ganó el oro olímpico en Río, en K2 200 metros junto a Cristian Toro, consiguió clasificarse ayer, con el tercer mejor tiempo en su semifinal, para las final de K1 200 de piragüismo a sprint. Y es que el palista catalán recorrió los 200 metros en la Lagoa Rodrigo de Freitas con un crono total de 34.545 minutos y llegó en la tercera posición, por detrás del inglés Leam Heath (34.076) y del alemán Ronald Rauhe (34.180). De esta forma, Craviotto aspira a sumar su cuarta medalla olímpica tras el oro del pasado jueves, la plata de Londres en categoría K1 200 y el oro que se adjudicó en Pekín en K2 500.