RÍO - Las pruebas de velocidad alegraron la sexta jornada en el Estadio Olímpico de Río donde el público disfrutó de la clasificación de Usain Bolt para la final de 200 metros y de algunas pruebas que pasarán a la historia de los Juegos. En la velocidad, reina Jamaica hasta el punto de que no habrá ningún estadounidense en la final masculina del doble hectómetro. En la femenina, Elaine Thompson se convirtió en la séptima atleta que logra el doblete olímpico en 100 y 200, la primera desde Florenc Griffith en Seúl 1988.
Una de ellas fue Fanny Blankers-Coen, la holandesa voladora cuyo testigo quería recoger Dafne Schippers 68 años después. Pero la mejor velocista blanca del momento no tuvo opción de sobrepasar a Thompson, que siempre corrió con una ventaja suficiente gracias a que su curva fue extraordinaria. La holandesa llegó a colocarse a la par en un esfuerzo supremo, pero le fallaron las fuerzas en los últimos 20 metros, llegó fundida y la caribeña ganó con una marca de 21 segundos y 67 centésimas, la segunda mejor en una final olímpica y sucedió a su compatriota Shelley Ann Fraser-Pryce, que ha llegado a Río en mala condición por culpa de una lesión que solo le ha permitido ser bronce en los 100 metros.
La final de 100 vallas también tuvo un desenlace inédito ya que las estadounidenses coparon el podio por primera vez en la historia en un gran campeonato en una especialidad que sus compatriotas masculinos han solido dominar con idéntica autoridad. Brianna Rollins es la nueva campeona olímpica por delante de Nia Ali y Kristi Castlin. Estas tres atletas dejaron fuera de los Juegos a la plusmarquista mundial, Kendra Harrison, lo que eleva aún más la sensación de dominio de Estados Unidos.
La atención en el estadio estuvo en los 200 metros donde Usain Bolt ganó con extraordinaria autoridad y entrando en meta de risas con Andre de Grasse en la serie 1, lo que no le impidió lograr la mejor marca del año (19.78) y la mejor suya en unas semifinales. Que Yohan Blake y Justin Gatlin se quedaran fuera de la final es una muestra del nivel que ha alcanzado la prueba y que le pasó factura a Bruno Hortelano. El atleta madrileño acabó cuarto en su durísima semifinal, a solo siete centésimas de una final que quizás le llegaba demasiado pronto, como él mismo reconoció.
“Hacer marca personal el día anterior pasa factura”, explicó, aún decepcionado por haberse quedado tan cerca de un objetivo que hace unos meses era impensable. Hortelano comentó que su cuerpo “ha asumido ahora las marcas que hice en abril, un par de décimas superiores, que puedo repetir ahora tranquilamente. Dentro de unos meses, asumirá las de ahora. Así se progresa. Pero 24 horas después de un 20.12 quizás era demasiado pedir”.
Sin la presencia del campeón de Londres, el dominicano Félix Sánchez, la final de 400 vallas también volvió a manos estadounidenses en un final muy apretado. Kerron Clement (47.73) se impuso cinco centésimas por delante del keniano Boniface Tumuti, una irrupción novedosa en la especialidad. El bronce fue para el campeón de Europa, el cubano nacionalizado turco Yasmani Copello.
Polémicos relevos Se corrieron también las semifinales de los relevos cortos que obligaron a intervenir al jurado técnico. El cuarteto femenino de Estados Unidos perdió el testigo en la segunda posta y quedó eliminada, en principio, al llegar último. Pero tras una reclamación se apreció que una atleta brasileña, desde la calle contigua, golpeó a Allyson Felix y le impidió completar la entrega. Los jueces decidieron repescar a Estados Unidos, que hoy tendrá la oportunidad de hacer una carrera en solitario y si baja de 42.70, entrará en la final en el lugar de China.Por otro lado, Carlos Tobalina no pudo acceder a la final del lanzamiento de peso en su debut en unos Juegos Olímpicos. El vizcaíno lanzó en su primer intento 19 metros y 98 centímetros, pero no pudo pasar de ahí y se quedó lejos de los 20,65 que se pedían para superar la criba de los doce mejores. Tampoco el malagueño Borja Vivas pudo acceder a la final ya que lanzó 20,25, a quince centímetros de la marca de corte.