RÍO - “Por un momento me vi fuera. Cuando acabé y me supe dentro pensé: ¡De la que me he librado!”, reconoció Maialen Chourraut tras conseguir pasar, in extremis, a la final de la modalidad de K1 de aguas bravas que se disputa esta tarde (18.15 horas). La palista lasartearra se comió, literalmente, una puerta en el primer descenso, el fatídico obstáculo número 20, y finalizó en la última posición. Le quedaba otra oportunidad para seguir viva en la competición y la supo aprovechar, fue undécima y pasaban las quince más rápidas, pero las sensaciones con las que Chourraut se marchó del canal olímpico el lunes no fueron muy buenas. Sobre todo porque la guipuzcoana llegaba con la ambición y la intención de llevarse el oro, no le valía otro escalón del podio, pero la primera jornada en Río le colocó el agua al cuello. “Esto es eslalom, siempre lo digo. Es muy fácil fallar”, afirmó. A pesar de ello, la palista consiguió respirar y asegurar su plaza en las semifinales: “Ha salido un poco a trancas y barrancas en el tramo final, pero ha salido. Ya está. Lo he sacado adelante, el primer paso está dado y nadie dijo que sería sencillo. Afrontar esto y sacarlo adelante me hace sentirme más fuerte para lo que queda”, explicó.

Ahora, Chourraut ya respira aliviada. El susto ha pasado. Y ha tenido tiempo para rehacerse y volver al canal con una nueva mentalidad ganadora. Sabe que, a partir de esta tarde, las rondas anteriores no cuenta. Así que con los errores aprendidos y las malas sensaciones olvidadas, la palista lasartearra es más optimista que nunca: “La competición empieza desde cero, cambia el recorrido y da lo mismo lo que se haya hecho antes. Pero, una cosa positiva de lo que ocurrió, es que saldré de las primeras en la semifinal y, si entro en la final, tendré un poco más de tiempo para recuperar. Hay que ser optimistas”. Y es que Chourraut partirá la quinta en la semifinal, y para entonces ya podrá tener referencias importantes como la de la alemana Pfeifer, que saldrá segunda.

El trazado que esta tarde le espera a Chourraut es el mismo que el de la final masculina de C1, es decir, aquel en el que Ander Elosegi finalizó octavo. Pero la guipuzcoana no quiere un diploma. Quiere el oro. Aunque el tropiezo en la ronda preliminar le ha enseñado a ser más cauta. Lo primero es meterse en la final y, para ello, la lasartearra debe parar su crono entre las diez mejores de las quince supervivientes. La estrategia de Chourraut es clara y nunca la ha ocultado: concentrarse en su bajada, fluir con el agua, disfrutar de la corriente. Forzar lo justo, solo lo que sea necesario, para entrar en la lucha por los metales. Así es como la vasca consiguió el bronce londinense y así es como tratará de amarrar el ansiado acceso a la final. Y luego, en la ronda final que tendrá lugar a partir de las 20.00 horas, echar el resto.

Las favoritas Chourraut siempre ha reconocido la gran calidad de sus rivales y no duda en poner nombre a las favoritas a la medalla. De esta forma, para la lasartearra, su principal rival para el metal dorado es la australiana Jessica Fox, segunda en la primera ronda y primera de la clasificación mundial. Y es que la guipuzcoana considera que Fox podría ser la primera piragüista no europea que gana esta modalidad olímpica.

Por otro lado, Chourraut también destacó las paladas de la británica Fiona Pennie, que se presenta a la semifinal con el aval del tercer mejor tiempo de las preliminares y de varios podios de primera categoría, con dos platas mundiales y un oro europeo. Aunque el abanico es amplio e incluye también a la checa Katerina Kudejova, la eslovaca Jana Dukatova o la eslovena Ursa Kragelj.