Toulouse - Tuvo que ser Gerard Piqué, caprichos del destino, quien rescatara a España en su debut del lunes ante la otrora alegre República Checa, que más pareció la vieja Italia del catenaccio, pues se dedico a defender cerca de su área durante la práctica totalidad de los 90 minutos. Está por ver si los checos no dan para más o, si por el contrario, decidieron amurallar su portería ante el previsible acoso español. Es probable que haya algo de razón en ambas afirmaciones, pues de sobra es conocido el estilo que viene proponiendo el combinado estatal en su exitosa última década, pero no deja de ser menos cierto que a los futbolistas que dirige Vicente del Bosque les cuesta un mundo hacer gol. En el estreno, solo Piqué, un central, pudo batir al magnífico Petr Cech. Su testarazo a bocajarro no encontró respuesta; sí, en cambio, los dos intentos previos de Álvaro Morata, titular en ataque junto a un extramotivado pero precipitado Nolito. El todavía delantero de la Juventus dejó buenos detalles, pero erró de cara a gol, sin duda alguna, la asignatura pendiente de España.
Su dominio sobre la República Checa fue abrumador. Se mostró superior en todas y cada una de las facetas del juego y solo su poca puntería le privó de obtener un resultado más abultado. Los checos se atrincheraron con dos líneas defensivas bien marcadas apenas 25 metros por delante de su portería y fueron un muro casi infranqueable para el combinado estatal. Ya lo fue Georgia en el último amistoso previo a la cita de Francia y aquello activo todas las alarmas.
Tampoco la entrada de Aritz Aduriz a 30 minutos para el final del encuentro sirvió de mucho. El donostiarra fijó más a los centrales y aguantó la posición en busca de remate. Tuvo dos. El primero, con la cabeza tras ganarle a su par en el salto, pero no encontró portería. El segundo, con una acrobática chilena que también se marchó fuera, aunque la acción estaba ya invalidada por un claro fuera de juego.
Del Bosque no arriesgó en exceso en los cambios. Fue a piñón fijo. Hombre por hombre. Aduriz por Morata; Thiago por Cesc y Pedro por Nolito. Mantuvo su esquema inicial e impidió que Aduriz y Morata coincidiesen sobre el verde de Toulouse. Quizá la apuesta que se vea de inicio el viernes en Niza en el duelo que medirá a España con Turquía. Son dos futbolistas que se pueden compenetrar a las mil maravillas, como así lo demostraron por momentos en el amistoso que disputaron en marzo frente a Italia. La movilidad y la verticalidad del atacante de la Juventus; y el remate y la veteranía del zorro del Athletic.
Está por ver qué decisión toma el seleccionador español en las próximas horas, pero sobre el papel Turquía y Croacia asoman como mayores amenazas que los checos. Es por ello que para paliar sus problemas de cara a la portería rival, se antoja necesario mejorar sus prestaciones en ataque. España disparó hasta en 17 ocasiones, pero únicamente cinco fueron entre los tres palos.
al son de iniesta A falta de gol, el combinado estatal al menos se mantuvo fiel a su estilo. Monopolizó la posesión del balón y Andrés Iniesta, que asistió a Piqué en el único tanto del encuentro, fue galardonado con el MVP del partido. El manchego comenzó su andadura en la Eurocopa del mismo modo que la finalizó en 2012, en la cita de Polonia y Ucrania, cuando fue nombrado mejor jugador del torneo.
El centrocampista del Barcelona se ha llevado infinidad de halagos y son muchas las voces expertas que coinciden en señalar que la suya ha sido la actuación individual más convincente del campeonato. En el que es su primer gran torneo sin su fiel compañero Xavi Hernández, Iniesta ha dado un paso al frente para mantener viva la esperanza española. Es el referente indiscutible en la medular, sin la atención mediática que sí tienen Sergio Ramos o Piqué, el de Fuentealbilla repartió 93 pases y únicamente erró ocho. Casi nada.
Además, España es la selección de la primera jornada que más pases ha realizado. Un total de 694, con una precisión del 91%, lo que se traduce en que 632 de ellos llegaron a buen puerto. Únicamente Alemania ha tenido más acierto, un 92%, aunque en menos intentos, 678, de los que completaron 621. Dos aspirantes fieles a su estilo, aunque al combinado español aún le falla la puntería.