bibione - “Nuestro plan era llegar con todo el equipo en cabeza del pelotón a la última vuelta. Chapeau para mis compañeros, sobre todo para Jurgen Roelandts por su lanzamiento. Dejé un poco de hueco detrás de él, pero tuve muy buenas piernas para el sprint final”, resumió André Greipel tras coser su tercer laurel en el Giro, que abandona para poner sus piernas de culturista en barbecho.
“Siento dejar el Giro con la maglia rossa, pero mi temporada está repleta de objetivos y necesito descansar. Ya he conseguido mucho en este Giro”, dijo el alemán, de nuevo imperial en el sprint que desembocó en Bibione. Allí, Caleb Ewan trató de hacerle descarriar, pero Greipel despegó para vencer sin contemplaciones. Su fogonazo no encontró respuesta.
Fue su triunfo la constatación de un dominio apabullante al sprint cuando entró en acción. Espoleta, cuenta y explosión. No hizo prisioneros André Greipel, que ya no encuentra motivo para continuar en una carrera que se verticaliza y crece hacia el skyline de las cumbres.
En el Giro ha llegado el momento para los duelos a quemarropa en las alturas entre los favoritos al triunfo final con una etapa entre Palmanova y Cividale del Friuli con dos puertos de primera y dos de segunda. En ese escenario, Bob Jungels, el joven líder, se encomienda al sufrimiento. “Daré todo lo que tengo”.