PAmplona - Pamplona volverá a convertirse este fin de semana en la capital del balonmano estatal. Y es que acoge por quinta vez en su historia la fase final de la Copa del Rey, en la que el Helvetia ejercerá de equipo anfitrión, como ya ocurriera hace un par de años, con el Naturhouse La Rioja como rival a batir para el conjunto navarro en la segunda semifinal del sábado, justo después de que el gran favorito y defensor del título, el Barcelona, dispute la otra contra el Ademar León.

El evento no es nuevo para Pamplona, pero resulta igual de ilusionante que en las anteriores ocasiones en las que la capital navarra acogió la resolución de una competición que, por su formato, resulta tremendamente atractiva para el espectador. En las cuatro ediciones anteriores en las que se conoció en Pamplona al campeón de la Copa del Rey (denominación vigente desde el año 1975, ya que antes el torneo se conocía como Copa del Generalísimo), el Barcelona siempre estuvo presente en las finales. La de 1971 la perdió en un recién construido pabellón Anaitasuna contra el Marcol valenciano (17-15); en la de 1992 volvió a caer en el mismo escenario contra el Avidesa de Alzira (26-25, en la prórroga); ganó la de 2004 en el pabellón de la UPNA contra el Ciudad Real (27-25) y repitió victoria hace dos años en Anaitasuna contra un Granollers al que no le dio opciones (42-32). Es decir, que al conjunto catalán no se le da nada mal eso de llegar a finales en Pamplona, aunque otra cuestión es la estadística de sus resultados en ellas, que revela que ha ganado solo el 50% (dos de cuatro) de las que ha disputado en suelo de la capital navarra.

Con el Barcelona como gran favorito, el resto de equipos se postulan como aspirantes. Y entre ellos se encuentra el Helvetia Anaitasuna, que quiere poner la guinda a una complicada temporada con cambio de entrenador (Iñaki Pérez comenzó en un banquillo que ahora ocupa Juanto Apezetxea), debut en Europa (cayó en la fase de grupos de la Copa EHF) y un irregular concurso en la competición doméstica (es séptimo).