barcelona - En plena crisis del Barça, a falta de respuestas más sensatas y en vísperas de enfrentarse al Deportivo en Riazor, Luis Enrique ha subido el tono de su soberbia. Ante las críticas surgidas por la manera de responder a un periodista tras la última derrota del Barcelona contra el Valencia, el preparador azulgrana, se mostró desafiante y quiso disculparse, sino todo lo contrario.
“No tengo nada de qué disculparme. No he faltado el respeto a nadie. Muchos medios faltan al respeto a muchos de nosotros y a mí cada día. Si no les gusta mi estilo, me importa un bledo. Un bledo para decirlo de manera educada”, respondió el ayer técnico asturiano en la rueda de prensa cuando fue cuestionado por si quería disculparse por la reacción que tuvo a la pregunta del periodista del Diario Gol Víctor Malo.
Respecto a la situación del equipo tras perder tres encuentros consecutivos de Liga y dilapidar la distancia que mantenía respecto al Atlético y al Real Madrid, Luis Enrique Martínez, ha preferido mirar el “lado positivo” de la mala dinámica por la que pasa su equipo y advierte que celebrarán una gran fiesta si levantan el título.
“Me va el ritmo y la adversidad, lo tengo en los genes gijoneses; soy así de gilipollas. A mí me va el baile, tengo unas ganas enormes porque no me puedo imaginar el fiestón que nos vamos a pegar si ganamos la Liga”, añadió el técnico.
El preparador asturiano afronta con optimismo la visita a Riazor, donde espera que su equipo juegue como lo hizo contra el Valencia, si bien confía en que su jugadores estén más acertados de cara a portería. “Me aferro a mis jugadores, a su actitud, a la manera de competir que tienen y a la fe que tengo de que puedan ganar todos los partidos que quedan. Hay que mejorar y conseguir que el rival te llegue menos”, enfatizó, y en este sentido, quiso enviar un mensaje positivo a su plantilla: “Me basaría en lo que estamos haciendo ahora. Hay que centrarse en lo positivo e intentar que los aspectos negativos generen menos secuelas y que el jugador las supere”.
En cualquier caso, Luis Enrique no piensa en los partidos de sus rivales directos, Madrid y Atlético, y prefiere centrarse en el duelo contra el Deportivo, un equipo que logró un empate del Camp Nou en la primera vuelta.
Zidane, tranquilo Más sosegado de somstró ayer Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, el otro equipo que también aspira a ganar la Liga, sobre todo intentando frenar la posible euforia del madridismo tras ver a su equipo en semifinales de la Champions y a un punto del Barça. “De momento no hemos ganado nada”.
Zidane no quiere que nada descentre a sus jugadores del objetivo de conquistar algún título pensando únicamente en su próximo compromiso. “Estamos en una situación buena pero no me gusta esto de que se hable de que vamos a ganar mucho porque no hemos ganado nada de nada y hay que jugar todo. Los jugadores piensan lo mismo que yo y están concentrados en lo que vamos a hacer sabiendo que no va a ser fácil”, señaló.