Duración: 44:33 minutos de juego.

Saques: 3 de Víctor (tantos 4, 12 y 21) y 1 de Artola (tanto 4).

Pelotazos: 327 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 4 de Víctor, 2 de Untoria y 2 de Artola.

Errores: 5 de Víctor, 2 de Untoria, 7 de Artola y 5 de Imaz.

Marcador: 4-1, 5-2, 6-3, 7-4, 7-5, 8-5, 10-6, 11-6, 12-6, 16-7, 18-8, 19-8, 21-9 y 22-9.

Botilleros: No hubo botilleros al ser las dos parejas de la misma empresa.

Apuestas: Se cantaron de salida posturas de 100 a 60 a favor de Víctor-Untoria.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la liguilla de las semifinales del Parejas de Primera disputado en el frontón Atano III de Donostia. Buena entrada.

DONOSTIA - Los dos primeros pelotazos dejaron claro a Ander Imaz que esto era otra cosa. La alegría del debut pronto chocó de lleno con la realidad y algunos miedos se confirmaron. Toca sufrir mucho en el Parejas para sacar adelante y además Víctor Esteban, en esta ocasión sustituto de Oinatz Bengoetxea, y Álvaro Untoria le eligieron como la diana en su enfrentamiento, tratando de evitar en la medida de lo posible a Iñaki Artola. Los riojanos no tuvieron piedad del debutante y desde el inicio centraron todas sus ofensivas en él. No era el día para tirar de situaciones arriesgadas, eran los favoritos y solo faltaba confirmarlo. Todo esto se vio en la forma de jugar del delantero de Ezcaray, que acostumbrado siempre a vivir en el alambre, ayer optó por una faceta más tímida y en este escenario inusual apenas pudo brillar. Pero ante todo los colorados supieron aprovechar los errores de los rivales y cerrar las vías de agua para acabar venciendo por 22-9 y empezar con buen pie su andadura en las semifinales.

Ander Imaz tuvo una papeleta complicada en su primer partido en Primera. Sustituir a Jon Ander Albisu no es tarea sencilla y la cosa se complica más si se tratan de unas semifinales del Parejas. Máxima tensión dentro de una liguilla en la que el error se paga muy caro. El guardaespaldas de Oiartzun sorprendió a todos en la segunda jugada con una enorme salvada tras un pelotazo al rebote de Untoria. Pero fue un espejismo. A partir de ahí estuvo superado y pagó la falta de experiencia en duelos de este nivel. Imaz poco a poco pudo entrar en el juego y al final dejó buenos detalles con su derecha, pero le faltó dar otro salto de nivel y la seguridad de Untoria fue demasiado para él. El najerino es un zaguero sólido, que no regala nada, y a pesar de que su bagaje esté lejos del de los pelotaris más experimentados, casi nunca se equivoca y ayer eso era lo que los colorados necesitaban para ganar. Seguridad y paciencia.

Con los colorados centrados en alargar el golpeo una y otra vez, Artola vio los apuros de su compañero y trató de echarle una mano. Pero esta ayuda fue excesiva, casi más perjudicial que beneficiosa. No solo no quitó la mayoría de las pelotas más complicadas, tampoco permitió que el zaguero golpeara las pelotas más beneficiosas. Como el mismo reconoció, ayer el alegitarra estuvo “agarrotado”, sin la potencia de otras tardes y demasiado fallón a la hora de rematar. Era un querer y no poder. Intentándolo más y más, casi obsesivamente, cada vez que las cosas no salían bien.

El 10-6 fue el único momento de esperanza de los azules. Artola e Imaz lograron recuperarse del buen inicio riojano. Pero pronto se vio, que los colorados tenían el partido controladísimo, que la remontada había llegado fruto de un cúmulo de errores suyos y cuando apretaron el marcador se fueron directos al cartón número 22. El mejor estreno posible para Untoria, que ahora espera el retorno de Bengoetxea para certificar su clasificación, mientras Artola y Albisu quedan tocados tras perder por un resultado abultado y deberán dejarse el resto en las dos jornadas restantes.