Gasteiz - “Quedaban solo dos ochomiles por escalar en invierno, el K2 y el Nanga Parbat, y lo que ha conseguido Alex Txikon es un gran logro. Va a pasar a la historia. Siempre se contabiliza quién fue el primero y quién fue el primero en invierno, así que ya está dentro de las enciclopedias”. De pionera a pionero. Lo explica a DNA Edurne Pasaban, la primera mujer en coronar los catorce ochomiles, una auténtica luchadora en diez años de peleas contra las montañas más grandes de la tierra. Afirma la guipuzcoana que “siempre se ha identificado que las expediciones invernales son para polacos, rusos y gente del este. De este modo, para el alpinismo vasco es buenísimo que hayamos conseguido la primera invernal a un ochomil. El montañismo vasco tiene varios capítulos en la historia y Alex ha puesto otro”.

Asimismo, la tolosarra recuerda que “Txikon ha subido con un gran equipo. Simone Moro tiene mucha experiencia y creo que han conseguido hacer un buen grupo. Valoro no solo el hacer cumbre, sino que han tenido que esperar en condiciones muy duras”.

Juanito Oiarzabal, primer vasco en hacer los catorce ochomiles y que ahora se encuentra inmerso en una nueva repetición de la hazaña, asiente y confirma que “lo de Alex es buenísimo”. “Esto significa mucho para el alpinismo vasco. Lo hemos hecho todo y nos faltaba conseguir esto. Esto es un hecho histórico. Tienen todo mi orgullo y mi admiración porque Alex se lo ha trabajado mucho y muy bien. Es la segunda vez que lo intenta y lo ha conseguido”, agrega el gasteiztarra, quien añade que “la espera es lo más duro, porque estar en el Campo Base hace que uno baje de motivación. Debido al viento y a las malas condiciones no han podido hacer cumbre antes; por eso, mantenerse allí es un valor añadido a lo que han conseguido”.

Sebastián Álvaro, por su parte, coincide en que lo que lograron ayer Txikon, Sadpara y Moro es un “hecho histórico que representa la última frontera del himalayismo, porque el K2 todavía queda por hollar, pero será muy difícil”. El escritor y aventurero, toda una institución, concreta que “la clave ha estado en el equipo que ha hecho con Simone, que quería optar por otra vía para coronar, pero acertaron al apuntar a la normal”. Asimismo, el madrileño narra que “cuando te toca esperar un mes en el CB tienes que apretar los dientes y trabajar todos los días. Han visto cómo se han ido yendo todos y ellos han seguido allí, firmes. Ya lo dijo el británico Ernest Shackelton: “Hay que resistir y ser condenadamente optimistas”. De este modo, Álvaro reconoce que, en virtud del hito conseguido y por lo que va de curso, “Alex Txikon y todo el equipo se merecen el Piolet de Oro y una llamada del Consejo Superior de Deportes para valorar lo que han hecho. Ya es hora de salir de la zona fútbol y poner el foco en otros deportistas que arriesgan más y son muy sacrificados”. Por último, Sebastián Álvaro incide en que “la italiana Tamara Lundger se merece también un reconocimiento porque ha conseguido cosas importantes”.