bilbao - “Euskadi es un paraíso para ser ciclista”, discurre Gorka Gerrikagoitia, director de la Fundación de Euskadi, organismo presidido por Miguel Madariaga, que ayer presentó en el Guggenheim, la bandera de titanio, el faro de Bilbao, la nueva campaña de un equipo que pretende “ser la mejor escuela de ciclismo”. El edén del que habla Gorka es un territorio ciclista en el que se sostiene la arquitectura de la Fundación Euskadi-Edp, el trampolín desde el que impulsarse hacia el profesionalismo. Mikel Iturria y Mikel Aristi son los últimos de un legado eterno. “Nuestro objetivo no es tanto ganar carreras como formar chavales, pero no renunciamos a nada”. Es el lema de un deporte donde vencer “es la excepción” y en el que se convive con continuo reflejo de la derrota, compañero de viaje enganchado con el imperdible del dorsal. Es la realidad del ciclismo. “El esfuerzo, la generosidad, trabajar y dar la cara”, explica Miguel Madariaga.

“Son muy pocos los que ganan”, advierte Gerrikagoitia, al que no le deslumbra el fulgor de los triunfos. La experiencia le ha escamado la mirada. “Lo que intentamos a través de la Fundación es sacar profesionales y que aprendan a trabajar, a ser ciclistas”, aunque el sueño pervive: “volver al profesionalismo como equipo”, subir algún día la ladera del Tour. “Recuerdo que Jean Marie Leblanc, el director del Tour, me dijo: Miguel, ¿te interesa el Tour? Yo le dije que sí, que totalmente. Él me respondió: a mí me interesa el País Vasco”, resonaba la voz de Miguel Madariaga en el vídeo que abrigó la puesta de largo de la formación. Esa tarea es un Everest por tallar, un reto que requiere conocimiento, paciencia, determinación, perseverancia y unas gotas de ambición. “Solos no podemos ir a ningún lado”, emplazó el presidente de la Fundación desde el atril, al que observaban Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, al que también le interesa el Tour; Cristina Uriarte, consejera de Cultura del Gobierno vasco; el lehendakari Ibarretxe, ciclista confeso, y corredores como Igor Antón, Omar Fraile o Mikel Landa, además del pelotari Abel Barriola o el mítico Iñaki Perurena, el hombre que subía sobre sus hombros montañas de piedra.

La escuela de ciclismo tiene algo de esos forzudos y de aquellos creadores que con un bloque del mejor mármol de Carrara tallaban a golpe de martillo y cincel maravillosas esculturas. “Una buena metodología es imprescindible. En eso creo que tenemos mucho que aportar”, explica Gerrikagoitia sobre la Fundación Euskadi, enraizada en el ciclismo tantos años que conoce cada palmo del viaje hacia la excelencia. “En esto se requiere paciencia y tiempo y desde la Fundación los chavales adquieren experiencias desde el primer momento además de una muy buena preparación física. Es algo que cuidamos mucho”, apunta el director del equipo, que contará con 16 corredores, después de que Iosu Angoitia abandonara el ciclismo. Entre el plantel destacan Egoitz Fernández, Óscar González y Xabier San Sebastián. “Son tres corredores que por edad, calidad y experiencia están llamados a ser profesionales”, determina Gerrikagoitia sobre una plantilla que considera “excelente” y que mirará con mimo el calendario doméstico, el más próximo a las entrañas del equipo. “Cuidaremos mucho el Torneo Euskaldun y el Lehendakari, pero también atenderemos a la Copa de España, así como a las pruebas del calendario francés y portugués”.

a Por todas Hacia esa rutas, caminos y aventuras, agarrada a la ilusión -imprescindible en el petate de los ciclistas- se embarca la Fundación Euskadi-Edp. En ese viaje, la palabra ambición irá impresa en el alma de los ciclistas. “Nosotros saldremos a ganar todas las carreras. Hay que ser competitivos, se gane o no”, anuncia Gerrikagoitia , que no recuerda el número exacto de laureles que resplandecen en la vitrina de la escuadra vasca la pasada campaña. “Ganamos más de 30 carreras, pero ese no es el objetivo prioritario del equipo”, agrega el director, que piensa avanzar metro a metro, pedalada a pedalada. “La clave es ser un equipo con espíritu competitivo”. Alcanzar ese estatus “paso a paso”, sin renunciar a nada y menos a un sueño. “Con solo formar no hacemos nada, hay que dar salida a corredores hacia el profesionalismo”, destacó Madariaga antes de que la chavalería que aprende a amar el ciclismo subió a la tarima para posar con la plantilla de un equipo que no cede. Dicen que los ciclistas aman la agonía, que de alguna manera, la meta es el camino.

Plantilla

Egoitz FernándezSanturtzi; 1992

Óscar GonzálezCiudad Real; 1994

Francisco Javier MartínGasteiz; 1994

Eder S. de Ocáriz Etxebarri-Urtu; 1994

Xabier San SebastiánTolosa; 1995

Cyril Barthe Sauvaterre de Bearn; 1996

Gotzon MartínOrozko; 1996

Paul OrmaetxeaMurueta; 1996

Ibai AzurmendiLeitza; 1996

Marc BuadesP. Mallorca; 1996

Dorian AramendiBaiona; 1996

Yeray DomínguezGasteiz; 1996

Mikel AlonsoUrnieta; 1996

Jon Gil Karrantza; 1997

Gaizka SotilEtxebarria; 1997

Diego LópezLizarra; 1997

Presidente

Miguel Madariaga

Directores

Gorka Gerrikagotia y Jorge Azanza