vitoria- Jon Rahm recibió ayer martes en San Mamés el premio Deia Kirol Saria a la mejor promesa vasca debido a las grandes actuaciones realizadas en la última temporada, en la que destaca el quinto puesto logrado en el Abierto de Scottsdale. Además, el jugador vasco que empezó a jugar en el club de golf de Larrabea fue elegido como el número uno del ránking amateur. El circuito profesional ya empieza a oír su nombre y el PGA Tour es su siguiente meta. Rahm formó parte además de un nutrido grupo de premiados entre los que también estaba el ciclista alavés Mikel Landa, esta tempora en las filas del potente SKY británico.

¿Qué siente al ser reconocido con este premio a la mejor promesa vasca?

-Como vizcaíno que me he considerado siempre, es un honor ser reconocido en mi tierra porque para mí esto es mucho más importante que en cualquier otro lugar.

El enésimo premio de un gran año.

-Al final cuando tienes la suerte de hacer un buen año y que te lo reconozcan es una cosa maravillosa.

¿Cómo está yendo este inicio de temporada?

-El primer semestre de septiembre a octubre jugué bien. Quedé siempre entre los diez primeros, gané un torneo, en otro quedé segundo. Ahora estamos en Hawai, en el primer torneo de la primavera, y estoy ilusionado con lo que me depara la temporada.

¿En qué estado llega?

-Estoy muy bien físicamente. Luego de juego también ando bien y me siento cómodo y confiado.

Todo esto antes de dar el gran salto deportivo de su vida, el paso a profesionales.

-Eso es. Me quiero clasificar para el US Open, que si lo hago lo jugaré como profesional y si no utilizaré mi carnet como amateur.

¿Por qué ha decidido que su inicio como profesional llegué en el US Open?

-Mi intención era hacerme profesional justo después, así que si puedo jugar un torneo más como profesional mejor. La idea es conseguir la tarjeta del PGA Tour lo antes posible y después del US Open solo me quedan seis invitaciones. Por eso, si logro la clasificación, no contaría como invitación y tendría una oportunidad más. Además, el US Open da muchos puntos para conseguir esa tarjeta.

¿Qué necesita para lograr la tarjeta del PGA Tour?

-Hay muchas maneras, pero básicamente hay que estar entre los 125 primeros de la Fedex Cup, que es el ránking del año, la orden de mérito del PGA Tour. Entrar ahí en seis torneos es complicado, pero es posible.

¿Tiene pensada alguna alternativa en caso de no lograrlo?

-Existe una segunda división, la Web.com Tour, que en caso de terminar entre los puestos 125 y 175, tendría la posibilidad de jugar sus finales para conseguir la tarjeta. Ahí tendría más opciones, pero sigue siendo complicado.

¿Tiene vértigo antes de competir a esos niveles?

-No, para nada.

¿Está con ansias de convertirse, por fin, en profesional?

-Ganas tengo, pero lo miro con paciencia, paso a paso. Primero tengo que graduarme y sacarme mi carrera mientras juego con la universidad. Poco a poco, obviamente, estoy con muchas ganas, pero no quiero precipitarme tampoco.

¿A qué se debe esa paciencia?

-El año pasado fue un año muy bueno y me imagino que todo el mundo esperaba que pasara a profesional, pero la verdad es que para jugar el PGA Tour hay que tener muchas cosas preparadas y no estaba listo. Además, al ser internacional, de Barrika, es más complicado. Por eso decidí cumplir la promesa que les hice a mis padres, sacarme una carrera, que es lo que quiero, y luego ya elegiremos un manager que me ayude con el paso a profesional.

Siempre ha dado mucha importancia a sus estudios...

-Mis padres siempre me han dicho desde pequeño que tenía que darle importancia a los estudios. Al principio yo no lo veía pero en los últimos años sí que me he dado cuenta de que una carrera hay que tener. Luego, aquí día a día sigo creciendo como jugador y como persona, así que no hay ninguna prisa para ser profesional.

¿Qué importancia tienen sus padres en su toma de decisiones?

-La opinión de mis padres cuenta muchísimo. Me conocen más que nadie, saben más de la vida que yo, por lo tanto, siempre escucharé lo que me digan.

Pero también esto es nuevo para ellos... ¿Cómo lo llevan?

-Hay algunas cosas que nos vienen demasiado grandes. Es un mundo que ninguno de nosotros conoce mucho y hay que aprender a tomar decisiones según vengan. Hay veces que no coincidimos, otras sí, pero normalmente coincidimos en todo.

¿Cómo cree que le cambiará la vida cuando sea profesional?

-Realmente no lo sé. Va a ser diferente. Voy a tener más tiempo libre seguro porque no voy a tener que ir a clase. Es algo que puedo imaginar, pero no sé cómo será. Estaré más ocupado con torneos y viajes, pero estaré contento.

El avión y los hoteles se convertirán en su día a día...

-Me gusta viajar, si no con eso tendríamos un problema. Realmente estoy preparado para ello y a los miembros del PGA siempre se les trata muy bien allá dónde van y es muy cómodo.

¿El número uno sigue siendo su principal objetivo?

-El número uno como amateur fue algo muy importante, pero mi objetivo siempre ha sido ser el número uno como profesional.

¿De dónde viene ese objetivo tan ambicioso cuando ni siquiera ha debutado en el circuito?

-Siempre he sido una persona extremadamente competitiva. He hecho muchos deportes, al principio hacia cinco, y tengo una mentalidad que haga lo que haga quiero ser el mejor. Es algo que viene con mi personalidad.

Lo que llegarán seguro serán las comparaciones, ¿está preparado para las críticas?

-Bueno, eso es algo que viene con ello. Estoy preparado y alguna comparación se ha hecho ya, pero siempre quiero recordar que no soy el único golfista de España que viene pegando fuerte. Hay otros tres o cuatro que también van a dar de que hablar.

¿Quién es su referente?

-Mi referente es Severiano Ballesteros, siempre lo ha sido y siempre lo será. No por su manera de jugar, si no por lo que trasmitía en el campo. Era una persona que era una pasada, atraía masas, todo el mundo le quería y tenía un aura propia. Era alguien especial y me gustaría acercarme a eso.

Eso muchas veces es mejor que lograr victorias en torneos.

-Sí, ese reconocimiento es algo que hay que agradecer. Aunque si trasmites algo parecido a lo que hacía Ballesteros, quiere decir que ganas, viene todo junto.

En su caso, ¿cómo haría para atraer a la gente al golf?

-Les diría que lo prueben. El golf es un deporte diferente, es tú solo contra ti mismo. Aunque necesite un proceso de aprendizaje más largo que otras cosas, merece la pena. Puedes jugar solo y pasártelo de miedo. Recomiendo a la gente a que se anime a jugar.