LONDRES - Plymouth-Wycombe, partido de la League Two, la cuarta división inglesa. Corría el minuto 15 de partido, el cuadro visitante ganaba por 0-1 después de anotar en el minuto 3. La marcha del portero Matt Ingram al Queens Park Rangers había dejado al suplente Alexander Lynch como guardameta titular en el once del Wycombe, pero justo en ese minuto 15 Lynch se vio obligado a abandonar el terreno de juego en camilla tras sufrir una lesión de rodilla. Sin los dos porteros que han venido defendiendo la meta, el conjunto visitante no tuvo más remedio que acceder a los servicios del tercer arquero en discordia, Barry Richardson.
Esta circunstancia no sería singular si no es porque Richardson, además de poseer ficha de portero, es el segundo entrenador del equipo. Y más allá. No sería especial si no es porque Richardson cuenta con 46 años y su último encuentro disputado bajo los palos databa de 2005. Vamos, que su ficha de jugador era anecdótica. Hasta el sábado.
Mientras el Wycombe realizaba el calentamiento previo al partido, Richardson se tomaba tranquilamente una taza de té. Lejos estaba de pensar que sería el día de su retorno a los campos de fútbol como arquero. El caso es que salió a sus 46 años vestido de rosa, con el número 13 a la espalda, y presto a defender los intereses del Wycombe, afincado en la mitad superior de la clasificación. Delante estaba un Plymouth instalado en la segunda plaza de la tabla y con una estadística que rezaba que había marcado goles en cada uno de los partidos celebrados en su feudo. Por tanto, arduo complicado el papel de Barry.
Pero Richardson, mayor que cualquiera de los entrenadores de ambos equipos y duplicando la edad de algunos de sus defensores, mantuvo la portería a cero. Con dos paradas, en los minutos 54 y 76, dejó congelado el marcador del Home Park. “¿Cuántos otros jugadores han calentado con una taza antes del pitido inicial? El entrenador de 46 años ya está listo”, publicó el Wycombe Wonderers en las redes sociales al poco de saltar Richardson al césped. Y es probable que juegue más, porque Lynch está lesionado. - E. O.