ordizia - Ángel Madrazo, corredor del Caja Rural, estrenó ayer su palmares profesional en la XCII edición de la Clásica de Ordizia. El corredor cántabro batió al sprint al guipuzcoano Jon Izagirre, del Movistar, y a su compañero de equipo Amets Txurruka. Tras cruzar la meta, el vencedor se mostró exultante: “Estoy en una nube y casi no me lo creo. Llevaba varios años sin levantar los brazos y parecía que los tenía oxidados. Se lo dedico a mi mujer y a mi hijo, que son mi mayor apoyo y los que siempre están a mi lado. Me ha salido todo perfecto y hemos logrado una nueva victoria para el equipo. Hoy me ha tocado ganar a mí, pero lo importante es que el equipo siga sumando”. Con el triunfo logrado en la prueba de Villafranca, el conjunto dirigido por Eugenio Goikoetxea alcanza su decimocuarto triunfo en el presente curso.

La carrera se desarrolló sobre un exigente recorrido de 170 km, en el que los corredores debían superar el alto de Abaltzisketa en cinco ocasiones y en la parte final tuvieron que superar el duro muro de Gaintza, con una pendiente media del 11,4%. La prueba transcurrió con una escapada de ocho hombres que llegó a contar con algo más de tres minutos de diferencia, pero fueron neutralizados antes del anteúltimo paso por la meta gracias al esfuerzo de Orica y Movistar. Entre los escapados destacó Eneko Lizarralde, ciclista del Murias Taldea, que a la postre fue el vencedor del premio de la montaña.

El muro de Gaintza, como estaba previsto, fue el que decidió quienes se disputarían la victoria final. Su dureza y explosividad dejó en cabeza solo a los más fuertes. Lo comenzaron escapados Madrazo, junto a Jesús Herrada, del Movistar, y Damien Howson, del Orica. Con el paso de los metros, la dura ascensión hizo mella en la fuga, que terminó por desaparecer. Solo Madrazo aguantó en cabeza. El cántabro, que estuvo pletórico toda la jornada, fue neutralizado por Jon Izagirre y Amets Txurruka.

Con superioridad numérica, los hombres del Caja Rural no fallaron. La meta, como cada año, situada en la Gudari Etorbidea, picaba hacia arriba. Una llegada en la que medir la distancia es muy importante y Madrazo lo clavó. El ciclista de Santander aprovechó su punta de velocidad para batir a Izagirre. Tras cruzar la línea de meta las caras de ambos reflejaron sentimientos opuestos. Ángel, exultante por su primera victoria como corredor profesional. Mientras que Jon, con el mal cuerpo de no poder vencer ante sus paisanos. Muchos se habían desplazado desde Ormaiztegi para animar a su vecino. Además, el de Movistar se quedó con las ganas de reemplazar en el palmares de la prueba a su hermano Gorka. Vencedor en las ediciones de 2010, 2012 y 2014.