Con las manos en la cabeza y cara de no creérselo cruzaba la meta en primera posición una de las esperanzas del ciclismo francés. Sonrisa metalizada y nerviosa, Romain Bardet afrontaba a sus 24 años el jet lag que produce pasar rápidamente del fracaso al éxito. Hace tan solo unos días se dejaba en Mende una oportunidad muy clara de triunfo, pero la lucha con Pinot les distrajo de un rayo que pasaba por detrás llamado Stephen Cummings. Ayer, el relámpago fue Bardet, que bajó hacia Montvernier con un cuchillo entre los dientes, al olor de la victoria de etapa y el décimo puesto en la general.
No fue fácil para el ciclista francés. Primero meterse en una escapada que se vendía cara. Luego entre la veintena de escapados, demasiados kilates como para que su brillo destacase con claridad. Purito, Rolland, Pinot, en fin muchas buenas piernas como para hacerse ilusiones. Pero el descaro de la juventud es un plus muy grande cuando se mezcla con buenas dosis de talento. En el Glandon, un puerto de categoría especial que debía marcar diferencias, las piernas de Bardet empezaron a responder con el mismo brío que en Plateau de Beille, solamente que esta vez entre sus rivales no había tanta frescura, si exceptuamos a Rolland, que quizás pecó de conservador. El otro francés en liza tenía también fuerzas, pero cuando lo pudo demostrar fue demasiado tarde.
Bardet coronaba el Glandon en cabeza, muy cerca de Anacona, pero en la bajada llegó el momento de demostrar su habilidad encima de la bicicleta. Fue aumentando las diferencias con sus rivales a medida que negociaba cada una de las angostas curvas. Bonito y peligroso, debido a las condiciones del asfalto y la estrechez de la calzada. Con la renta obtenida gracias a su bajada a tumba abierta, casi un minuto, al del Ag2r solo le quedaba negociar con los Lacets de Montvernier y con Rolland en cuántos segundos de diferencia se quedaría la etapa, por que la distancia ya era suficiente y las ganas del ciclista sobresalientes. “Soy un buen bajador así que solo tenía que guardar energía para llegar a meta”, admitió Bardet. Y más de 30 segundos marcó el crono entre él y Rolland. Primero y segundo para Francia, que logra además su segundo triunfo de etapa junto al de Alexis Vuillermoz, también del Ag2r.