vitoria - Todos los entrenamientos, los partidos, los golpes, la sangre, las lágrimas, las decepciones, las alegrías, las frustraciones, los enfados... Todo lo que ha pasado a lo largo de toda la temporada, de meses de trabajo y de esfuerzo, quedan resumidos en sesenta minutos divididos en dos partes de treinta. Toda la campaña del Garlan Legumbres Eharialdea se juega esta tarde a partir de las 19.00 horas. Un proyecto humilde que subió a la segunda categoría del balonmano femenino nacional con un esfuerzo titánico hace apenas un año tiene ante sí la posibilidad de prorrogar ese sueño conquistando esta tarde la permanencia en la División de Honor Plata. Durante todo el curso ha luchado el equipo vitoriano con ese objetivo marcado en su horizonte y en la última jornada puede certificar la ansiada salvación. Emoción no le va a faltar al capítulo que echará el cierre a la campaña, ya que las chicas de Iñaki Santamaría estarán jugando en tres canchas a la vez. Queda un asiento caliente que nadie quiere ocupar y tres equipos implicados en tratar de evitarlo. Ni ganar asegura la permanencia para el Garlan ni tampoco perder es sinónimo de descenso automático. Las opciones son variadas en todos los casos, pero una victoria allanaría de manera casi definitiva el camino del Eharialdea hacia una salvación por la que lleva todo el año peleando.

“Estamos muy animados, con muchas ganas de mantener la categoría y vamos a salir a por todas, a ganar. Hay muchas variables, pero lo que parece claro es que ganar, o incluso puntuar, nos solucionaría la papeleta. Si perdemos también hay opciones, pero... En una última jornada pueden pasar muchas cosas, pero llegamos muy motivados después de una temporada que no ha sido fácil. Tuvimos problemas de adaptación y tenemos la desventaja de no poder contratar jugadoras de fuera. Estamos compitiendo prácticamente con las mismas jugadoras que el año pasado en una categoría inferior y eso tiene mucho mérito. Las dos victorias nos han permitido engancharnos ahora a la pelea por la permanencia y sería un logro muy importante para el club. Para todos supone una motivación mantener la categoría, ya que el primer equipo es un referente para todas las chicas”, explica el presidente del Eharialdea, Félix Elorza.

El último obstáculo del Garlan Legumbres es el Aiala Zarautz, actual segundo clasificado del grupo. El conjunto guipuzcoano es un rival muy complicado que incluso aún tiene opciones de ser primero, pero como local el equipo de Iñaki Santamaría ha demostrado que es capaz de plantar cara a cualquiera.

“Estamos con muchas ganas de jugar. Tenemos por delante una ocasión importantísima y estamos todos con ganas de ver cómo se resuelve. Queremos demostrar lo que valemos y salvarnos. Puntuando no hay garantía, pero hay muchas posibilidades. El objetivo era llegar a la última jornada con opciones y lo hemos conseguido cuando a falta de tres partidos podíamos haber descendido. Ante el Camargo jugamos el mejor partido de la temporada, siendo aguerridas y jugando con alma, y frente al Basauri fue un duelo de mucho sufrimiento y nervios en el que el equipo sacó la casta y el orgullo y demostró de qué está hecho”, asegura el técnico vitoriano.

Todo lo que sea puntuar supondría un paso casi definitivo para la permanencia de las vitorianas, aunque tampoco ese resultado aseguraría la salvación. Tampoco la derrota supondría de por sí el descenso automático de categoría. Es lo que tienen las matemáticas en la resolución de los diferentes empates que pueden llegar a producirse.

lagunak y san adrián Y es que, además del Garlan, Lagunak y San Adrián también están metidos en la pelea. El triple empate perjudica a las vitorianas, por lo que si los tres equipos consiguen esta tarde el mismo resultado será el Eharialdea el que descienda. Lo mismo ocurriría en caso de empatar solo con el Lagunak -el balance es de dos derrotas con las navarras-, pero no así en caso de igualar a puntos con el San Adrián, ya que la diferencia de goles -una victoria y una derrota frente a las vizcaínas- favorece a las alavesas.

Por esa razón, en el polideportivo de Sansomendi se estará con un ojo en la cancha y el otro prestando atención a los partidos de los rivales directos. El San Adrián, al que parece más sencillo superar por la ventaja en el gol average, afronta una complicada salida a la cancha del Beti-Onak. Por su parte, el Lagunak recibe en casa al colista, un Basauri que ya no tiene nada que hacer pero que seguramente peleará por irse con un buen sabor de boca. Pero Iñaki Santamaría no se fía de favoritismos y deja las cábalas a un lado: “En la última jornada puede pasar cualquier cosa”.

Precisamente, sobre la cancha la única atención va a estar centrada en el duelo con el Aiala Zarautz. Como asegura la capitana, Leticia de Pedro, el momento de conocer los demás resultados y echar mano de la calculadora llegará al final de los sesenta minutos. Y es que victoria, empate o derrota pueden ser suficientes o insuficientes dependiendo de los rivales directos.

Sobre el parqué de un polideportivo de Sansomendi que vivirá un ambiente excepcional, la tarea de las jugadoras es mantener la línea de las últimas semanas y tratar de asegurar algún punto, que allanaría de manera importante el camino hacia la salvación. Tras superar momentos críticos, al Garlan le llega el momento de culminar la remontada por la que llevan tanto peleando.

“Hace un par de jornadas parecía que estábamos muertas, pero nunca perdimos la esperanza, hemos salido ya de lo peor y estamos con muchas ganas de jugar y demostrar que nos merecemos la salvación. Nosotras tenemos que centrarnos en jugar sin pensar en el resto. Cuando acabemos, pase lo que pase, ya nos dirán qué ha pasado”, señala la capitana del Eharialdea.

Hace un año, el club vitoriano celebraba un ascenso histórico. Esta tarde, pretende también festejar por todo lo alto una salvación que roza con la yema de los dedos. “Ascender fue un premio muy grande y salvarnos sería repetir esa hazaña. Nos ha costado mucho adaptarnos y jugar sin presión, en muchas ocasiones parecíamos flanes por culpa de los nervios y, pese a ello, hemos demostrado que tenemos nivel para esta categoría y vamos a demostrar que nos merecemos seguir”, asegura Leticia de Pedro, que avisa que habrá fiesta grande esta noche si se completa la hazaña de la permanencia.

Ganando. El Garlan Eharialdea se salvaría si gana y al menos uno de sus dos rivales -Lagunak y San Adrián- no consigue su mismo resultado. En caso de triple empate -ya sea por victoria, empate o derrota de los tres equipos- siempre bajaría el conjunto alavés.

Empatando. Si empata, el equipo vitoriano se salvaría si uno de sus dos rivales pierde o si el San Adrián empata y el Lagunak gana. En caso de igualada a puntos con el San Adrián, el empate se resuelve a favor del Garlan, pero si está implicado el Lagunak se hace en beneficio de las navarras.

Perdiendo. Ni siquiera la derrota supondría el descenso automático del Garlan Legumbres. La opción de permanencia entonces pasaría por una derrota del San Adrián y sería necesario que el Lagunak sacase al menos un punto. En ese caso, al romperse el triple empate, la igualada a puntos con el San Adrián permitiría al Eharialdea recuperar una posición en la tabla.

Enorme tensión. La jornada se juega con horario unificado (19.00) y el Garlan estará pendiente de los resultados del Lagunak-Basauri y del Beti-Onak-San Adrián, ya que necesita resultados favorables para salvarse.