parís - Apagada la Cholet-Pays de Loire, flotaba de felicidad Murias Taldea, que el domingo celebraba el magnífico segundo lugar de Ion Ander Insausti, al que solo fue capaz de superar Fredigo, un ciclista experto, repleto de muescas su manillar, ganador de cuatro etapas en el Tour de Francia, en una prueba en la que se acumularon varios equipos del ProTour. Murias Taldea compitió con ellos sin bajar la vista y respondió con determinación a cada reto que se presentó en carrera. “Fue una carrera fantástica”, subraya Jon Odrioloza, director de la escuadra vasca. Atemperada la adrenalina, el éxtasis y el jolgorio por el logro, llegó el tiempo de podio, el de la enhorabuena de la ASO (Amaury Sport Organisation) la gran organizadora de carreras: suyas son el Tour y la Vuelta, además de la París-Roubaix y la París-Niza, entre otras, al equipo que dirige Jon Odriozola. En Francia, en su Copa, que es recibida con honores, se doctoró Murias Taldea, que dejó huella. “El equipo sorprendió gratamente a muchos. Fue un carrerón y nos felicitaron por ello”, desgrana Odriozola, todavía emocionado por el rendimiento de sus muchachos un día después de su mejor resultado en una cita “con mucho nivel y que tiene mucho seguimiento y eco en Francia”.
Francés es Francis Lafargue, el hombre, que de alguna manera, a comienzos de los ochenta, puso en contacto el ciclismo francés con el español. Lafargue estuvo vinculado durante años como relaciones públicas a la estructura de Reynolds y después a la de Banesto, el equipo que arropó a Miguel Indurain. En aquella escuadra corrió Jon Odrioloza, director de Murias Taldea, aunque para entonces Indurain había cerrado el imperdible del dorsal para siempre y había guardado su palmarés en el cajón de la memoria. En aquellos episodios estuvo presente Lafargue, punto de apoyo de Odriozola en Francia, la llave maestra para el equipo vasco. A Lafargue, al que el universo ciclista francés conoce desde hace décadas, le dieron la enhorabuena en la ceremonia del podio por el rendimiento de Murias Taldea, un joven equipo que se está haciendo un nombre en el pelotón a base de buenas actuaciones. “A Francis le dijeron: Qué, has venido con un equipo joven y bueno, ¿vas a traer a Francia un nuevo Indurain?”, expone Jon Odriolozola, dichoso por el impacto obtenido por el equipo, el mejor de los carburantes para nutrir el futuro de la escuadra.
gran nivel “Estamos muy bien y queremos seguir demostrando que nuestros corredores tienen calidad y categoría para competir con cualquiera”, lanza Odriozola, apenado porque finalmente Murias Taldea no podrá acceder a la Vuelta al País Vasco por el reglamento de la UCI, muy estricto para las pruebas que forman parte del calendario WordTour. Si opciones de estar en “la carrera de casa”, Murias Taldea se ha fijado como objetivos de la temporada el Gran Premio Miguel Indurain, a disputar el 4 de abril, sábado, y la Klasika Primavera de Amorebieta, que se disputará el 12 de abril, domingo. Antes, a modo de aproximación, Murias Taldea estará en la Volta al Alentejo que arrancará mañana y finalizará el domingo.