Valencia - El Valencia Basket encontró ayer el premio a su crecimiento de los últimos meses y logró una brillante victoria (93-73) ante un apagado Barcelona al que controló todo el partido y desbordó en el tramo final. El cuadro valenciano salió airoso del duelo anotador con el que arrancó el choque. Con Van Rossom ganó la iniciativa del juego y, cuando ya en la segunda parte el Barcelona apretó el marcador, Pablo Aguilar y Pau Ribas le dieron aire en los peores momentos con nueve triples sin fallo entre ambos.

El conjunto de Xavi Pascual no encontró el antídoto ante la particular mascletà del Valencia Basket y fue apabullado en los segundos 20 minutos (47-31). Un Barcelona que lejos del Palau Blaugrana no parece arrancar. Y es que 7 de sus 8 derrotas este curso en la ACB han llegado fuera de la Ciudad Condal. El combinado catalán llegó a Valencia con la moral por las nubes tras asegurar su clasificación en la undécima jornada de la Euroliga ante el Estrella Roja de Belgrado, pero volvió a decepcionar a nivel doméstico y destapar su vulnerabilidad. Lejos de manejar la euforia, tan solo aguantó medio choque el empuje taronja.

En otros encuentros de la jornada, el Unicaja dejó claro en el pabellón Insular Santiago Martín de Tenerife su excelente momento de forma y se encaramó nuevamente al liderato tras vencer a un Iberostar Tenerife que lo intentó, pero se vio incapaz de superar la gran defensa desplegada por el conjunto malagueño y de maniatar a un Caleb Green magnífico en el aspecto anotador.

El CAI Zaragoza se impuso (76-64) al conjunto revelación de la temporada, el Bilbao Basket, con una gran defensa en el último cuarto en el que superó ampliamente a un rival acostumbrado a anotar bastantes más puntos de media que los 64 que totalizó en la capital aragonesa.

Una de las grandes sorpresas se produjo en Las Palmas, donde la Bruixa d’Or se impuso a un desconocido Herbalife Gran Canaria por 75-81 en el Gran Canaria Arena, en un duelo que el colista de la Liga Endesa encarriló tras un parcial 6-30 en la segunda mitad, justo cuando el cuadro insular había obtenido una máxima renta de 16 puntos.

El Baloncesto Sevilla ganó por un claro 74-65 al Estudiantes y, merced a una gran defensa y mucha convicción en la victoria, rompió su racha de tres derrotas seguidas para coger oxígeno en su carrera por huir del descenso frente a un equipo estudiantil que no estuvo fino, ni en ataque ni en defensa.

Para acabar la jornada, se produjo otro resultado inesperado con la derrota (86-79) del Real Madrid en el Palacio de los Deportes de Murcia que le costó la pérdida del liderato. Los blancos, que venían de sucumbir de forma estrepitosa en Atenas, se derrumbaron sin miramientos en un pésimo último cuarto. - Efe/DNA