Vitoria - Los entrenadores de baloncesto vienen clamando desde hace un tiempo: “La cancha se ha quedado pequeña”. No son todos, ni lo hacen siempre, pero de cuando en cuando surge el debate. Esta vez, fue tras la Copa en la que se lanzaron y se anotaron cifras récord de triples. “El impresionante nivel físico de los jugadores hace que haya muy poco espacio. Los interiores sufren para encontrar buenas situaciones”, fue la justificación que dio Pablo Laso, el técnico campeón. “Las dimensiones de la cancha se hicieron para otro tipo de cuerpos”, ha afirmado recientemente Moncho Fernández, el entrenador del Rio Natura Monbus Obradoiro.
En esta cuestión los técnicos incurren, no obstante, en una contradicción flagrante. Y es que los mismos, o sea todos, que piden una cancha más amplia son los mismos, o sea todos, que fomentan el uso de las llamadas faltas tácticas para cortar cualquier posibilidad de que los jugadores encuentren a la carrera esos anhelados espacios en los primeros segundos de posesión. Y así el juego queda la mayoría de las ocasiones reducido a la mitad de la cancha donde los jugadores son capaces de llegar a todos los rincones gracias a su mayor altura y calidad física. Explotar el uso del triple, colocar a cuantos más jugadores por detrás de la línea de 6,75 metros, ha pasado de ser un recurso a ser un hábito de tal forma que comparar un partido de hace 30 años con uno de ahora es hablar casi de dos deportes distintos.
La evolución del baloncesto lleva a que haya desaparecido lo que se conocía como la media distancia y ahora se anota cerca del aro o desde muy lejos. Los lanzamientos a 5-6 metros del aro han desaparecido como forma de producción de puntos, salvo por aquellos jugadores que dominan el fundamento del tiro tras bote. Precisamente, en la discusión entre ampliar las dimensiones de la cancha, el 28x15 actual, mejorar la técnica individual o introducir cambios en el reglamento para agilizar el juego hay quien aboga por estas dos últimas medidas, más que nada porque la primera no es tan sencilla como parece.
En primer lugar, habría que determinar si el paso de ampliar las dimensiones de la cancha, medio metro por cada lado según la convención general, se da solo en el baloncesto profesional o también en el formativo, como ocurre en Estados Unidos donde los chavales juegan en canchas más cortas. Y, de ser así, habría que ver en cuántas instalaciones deportivas cabrían una cancha más grande y todos sus equipamientos. La mejora de la técnica individual también es un reto para el baloncesto del futuro, sobre todo en cuanto a la velocidad de ejecución y en cuanto a dotar a los jugadores interiores de los recursos para anotar cerca del aro. Así, la defensa se encogerá y los tiradores exteriores no tendrán que irse tan lejos ni pisar las rayas laterales, como protestan los entrenadores.
Al final, la mejor solución a este problema del baloncesto del siglo XXI debería ser unificar las normas porque es este el único deporte en el que se juega con tres reglamentos distintos: NBA, FIBA y NCAA. No es un debate nuevo porque hace casi 30 años que en la NBA, que siempre va por delante, discutían “porque lo jugadores son cada vez más altos y más fuertes” sobre la posibilidad de retirar un jugador de cada equipo y convertir el baloncesto en un cuatro contra cuatro, de elevar la altura de las canastas o de agrandar la cancha. Ya existe ahora el 3x3, pero se juega a media cancha.
Implantar la falta a campo abierto, para sancionar con mayor severidad el intento de cortar el juego antes de cruzar el medio campo, o, quizás, castigar las defensas en zona estáticas son decisiones que la FIBA debería tomar en breve para conquistar esos espacios que tanto echan de menos los entrenadores. Hacer la cancha más grande no es la panacea si antes no se eliminan algunos de los vicios del baloncesto FIBA en el que muchos siguen aprovechando que resulta más fácil destruir que construir.
NBA. La cancha mide 28,65 metros de largo y 15,24 de ancho. La línea de triples está a 7,24 metros del aro y a 6,70 en las esquinas. No se permite ocupar posición defensiva dentro de la zona por más de tres segundos.
FIBA. La cancha mide 28 metros de largo y 15 de ancho. La línea de triples está a 6,75 metros del aro y a 6,60 en las esquinas. Se puede colocar un defensor dentro de la zona por tiempo indefinido.
NCAA. La cancha mide 28 metros de largo y 15 de ancho. La línea de triples está a 6,32 metros del aro. El tiempo de posesión es de 35 segundos.