madrid - La selección española de balonmano afronta el Campeonato del Mundo que arrancará hoy en Doha con el objetivo de revalidar el título mundial que conquistó hace dos años en Barcelona, un reto que tan solo la todopoderosa Francia, oro en 2009 y 2011, ha logrado en los últimos cuarenta años.

Un dato que habla de la dificultad de un desafío que además del conjunto francés, únicamente han conseguido otros dos equipos a lo largo de la historia: Suecia, que se impuso en las ediciones de 1954 y 58; y Rumanía, que lo logró en dos ocasiones, tras vencer en 1961 y 64, y posteriormente en 1970 y 74.

Para ello, el conjunto español -que esta vez no contará con ningún jugador navarro en sus filas- confía en la madurez y la fiabilidad de un grupo que desde 2011, con la excepción de los Juegos Olímpicos de Londres, en los que cayó apeada en los cuartos tras caer ante Francia con un gol en el último segundo, no ha faltado nunca a las semifinales de un gran campeonato internacional. Excelentes resultados que demuestran la calidad de un plantel y, sobre todo, la vigencia de un estilo de juego, que con más o menos variaciones, se ha mantenido inalterable desde el año 2005, cuando la selección logró en Túnez su primer título de campeón del Mundo. - J. Villanueva