barcelona - Con Messi y Luis Enrique enfrentados, sin Zubizarreta ya en la dirección deportiva y con un equipo que sobre el terreno de juego no muestra la reacción esperada, la crispación en el entorno del Barcelona ha aumentado en las últimas horas de forma exponencial. Por eso se puede considerar más que lógica la decisión que Josep María Bartomeu y su Junta Directiva tomaron en la tarde de ayer. El presidente blaugrana, que cogió las riendas de la entidad hace un año tras el adiós prematuro de Sandro Rosell, anunció la convocatoria de elecciones para final de la presente temporada. Un adelanto de la cita con las urnas que parece necesario y con el que Bartomeu, que se presentará como candidato, busca rebajar la tensión que rodea al club en este arranque de año. “Avanzar las elecciones un año dará la tranquilidad que nuestro equipo necesita. Ha habido una tensión desproporcionada que afecta al club, por eso convocamos las elecciones. Lo más importante para nosotros es rebajar esta tensión”, destacó el máximo responsable de la entidad catalana, que ratificó a Luis Enrique en su puesto y aseguró que la estrella argentina es plenamente feliz.

Bartomeu aseguró que la intención de su Junta Directiva era agotar el mandato, pero no ha sido posible. Tras la dimisión de Rosell, en enero de 2014 a raíz del caso Neymar, tomó el mando de la presidencia como vicepresidente primero, tal y como permiten los estatutos de la entidad. Ahora serán los socios los que decidan. “El club necesita estabilidad y que los mandatos se cumplan. Estas últimas semanas, el nivel de tensión no es el adecuado. No cambiaremos nada de nuestro programa. Creo que la tensión existente no se ajusta a la realidad”, comentó Bartomeu, antes de aclarar que la decisión sobre el adelanto electoral la ha tomado a título personal, pero la ha compartido con sus compañeros de junta. Entre los rivales que puede tener en la cita con las urnas se espera que el expresidente Joan Laporta se presente, al igual que Agustí Benedito y Toni Freixa, que también han insinuado que impulsarán una candidatura.

Messi y diez más Lo que más preocupa a los aficionados culés es la continuidad en el Camp Nou de su estrella. Algunos medios aseguran que el Chelsea está dispuesto a abonar los 250 millones de euros que figuran en la cláusula de rescisión de Messi. Bartomeu se mostró convencido de su continuidad y negó que Luis Enrique le haya intentado abrir un expediente disciplinario tras ausentarse del entrenamiento del lunes alegando una gastroenteritis: “Con las conversaciones que he tenido con ellos, lo que yo he recibido por respuesta es que todo va bien. Leo es muy feliz en Barcelona. Lo veo cómo juega, cómo está, implicado, quiere ganar. Están todos muy motivados, no sólo Messi. Es el líder y queremos que siga siendo el líder”.

Sobre la sanción impuesta por la FIFA al Barcelona, que no podrá fichar en el próximo año, Bartomeu exculpó a Zubizarreta a la hora de explicar su destitución. “A Zubizarreta lo fiché yo, era una petición de Guardiola y tenía que ser yo quien le despidiera. Yo era quien confié en él y si he perdido la confianza en él, tenía que ser yo el responsable”, apostilló el presidente del Barcelona, que adelantó que el nuevo director deportivo será alguien de la órbita blaugrana. Bartomeu compareció ante los periodistas cuatro horas después de que Luis Enrique hiciera lo propio. El técnico asturiano reconoció que la marcha de Zubi le “debilita”.