Madrid - El PSOE pidió ayer la dimisión de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y del jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso Fernández Díez, por los sucesos del pasado 30 de noviembre en Madrid Río.

Fue el diputado socialista Antonio Trevín quien solicitó ambos ceses en el Congreso tras dejar claro que la reyerta, en la que participaron 200 personas, era la “crónica de un conflicto anunciado”, ya que los ultras del Deportivo de La Coruña y del Atlético de Madrid se habían citado dos semanas antes.

Pero además, algún miembro de otros grupos radicales de Madrid, como los Bukaneros del Rayo Vallecano y los Alkor Hooligans del Alcorcón, iban a participar en la pelea, por lo que, para Trevín, es muy extraño que la Policía no contara con información de la cita y estuviera en la “inopia”.

Censuró a Interior que haya resuelto su errores con los ceses de las personas con menor responsabilidad, los coordinadores de seguridad de ambos clubes y funcionarios de Policía, y no de quienes ostentan la máxima autoridad policial en Madrid.

“Tenían alertas, subrayó Trevín, pero si están continuamente (en alusión a Cifuentes) con compromisos y en la carrera loca por la Alcaldía, se deja de hacer lo que se tiene que hacer: trabajar por la seguridad de los madrileños”.

Tras calificar de “descerebrados” a los ultras que se enfrentaron y de expresar el apoyo del PSOE al Gobierno en su lucha por erradicar la violencia en el fútbol, Trevín insistió en que Interior tenía “suficientes informaciones y destellos de que se había pasado del verde al ámbar y de este al rojo” y que, por tanto, se podía producir la reyerta.

Ya que, además, se trataba de dos aficiones con ideología antagónica y con muertos en sus respectivos historiales, añadió Trevín, quien dejó claro que el coordinador del Dépor advirtió de que irían a Madrid 50 miembros de los radicales del Riazor Blues y que la Policía sabía que el Frente Atlético había quedado a desayunar a las 7 de la mañana.

Hasta cinco grupos ultras habían quedado. “El mundo ultra, al que tiene que seguir la Policía, estaba en ebullición”, apostilló Trevín. - Efe