LOS ÁNGELES - Pau Gasol enfilaba el pasillo del Staples Center por primera vez desde su marcha de los Lakers este verano e hizo amago de entrar en el vestuario que lo acogió durante 7 años, pero rectificó de inmediato y se unió al resto de los Bulls, a los que quiere llevar a lo más alto de la NBA.

“Ganar un anillo con Chicago supondría una gran satisfacción”, dijo el español antes del partido contra los Clippers.

Allí, a escasos pasos de su taquilla, donde cuelga la camiseta roja con la que soñaba de pequeño mientras disfrutaba viendo las acrobacias aéreas de su ídolo, Michael Jordan, añadió: “No solo sería una satisfacción, sería culminar un sueño y un reto”.

“Hacerlo, además, en una franquicia nueva, con un equipo nuevo. Por la decisión y el proceso de agente libre por el que pasé, sería una culminación brutal y otro sueño conseguido”, indicó.

Gasol llegó al pabellón con el rostro algo triste por perderse el choque a causa de una distensión en el gemelo izquierdo. - Efe