pamplona - Campeón en tres ediciones consecutivas del Cuatro y Medio de Primera, Aimar Olaizola acumula siete entorchados en once años y aspira a triunfar por octava vez este curso.

Llega al Cuatro y Medio de 2014 con la vitola de ser el pelotari a batir y el hombre más laureado, con las tres últimas conseguidas de modo consecutivo ante rivales de mucha entidad: Martínez de Irujo, en dos ocasiones, y Oinatz Bengoetxea. ¡Vaya racha!

-Mirando eso estoy muy contento. Nunca es fácil ganar txapelas y si triunfas tres años seguidos se hace aún más complicado ser campeón. Por ahora creo que no tengo presión ninguna, la tendría si no hubiera ganado ninguna txapela. Las txapelas de aquí en adelante será más complicado ganarlas. Bajo mi punto de vista, lo que he conseguido es para estar muy contento.

La final de hace dos cursos quedó desnivelada muy rápidamente, con un 13-0 de su lado frente a Oinatz Bengoetxea. ¿Barruntaba los días anteriores que podría pasar algo así?

-Fue un partido que gané más fácil de lo esperado. Normalmente Oinatz Bengoetxea juega más dentro del Cuatro y Medio y a mí, ese día, me salió todo. Él no tuvo su día. El objetivo en ese tipo de partidos es ganar. Se juegan una vez al año, son finales, son partidos distintos, y ese día me tocó todo de cara. Ese día me sonrió a mí la suerte. Pero ya no vale como referencia.

¿Es en esas ocasiones en las que uno nota que la experiencia es un grado que puede cambiar el signo de una final, sobre todo en los primeros compases?

-No sé. Yo creo que está claro que la mayoría de pelotaris tiene práctica jugando este tipo de partidos. Tanto Oinatz como yo teníamos experiencia jugando finales. Más importante que eso es levantarte el día de partido bien, con ganas para jugar. Como es normal, hay veces que tienes el día que llegas al frontón agarrotado, cansado o que no has podido descansar bien. Yo creo que lo más importante para encarar las finales es eso: descansar bien y salir con ganas.

Por contra, en el envite del curso pasado por la txapela de la ‘jaula’ tuvo que recomponerse de un inicio en el que Martínez de Irujo estaba dominando con claridad. Estuvo el de Ibero 6-12, consiguió empatar a doce y ganó 22-16. ¿Vio las orejas al lobo?

-Sí. Eso me ha pasado en muchos partidos. Ese día en el Ogueta me tocó ganar, pero lo mismo podía haber perdido 12-22. Son partidos complicados contra grandes contrarios. Al principio, anduve más justo y él más cómodo y después la dinámica cambió. Además, estuve más centrado, acerté más y él no se encontró con ese acierto final que tuve yo.

Además, no pudo encarar bien todo el campeonato con problemas físicos. Desde una rotura en el bíceps que no le dejó prepararse hasta los abductores, ¿no?

-Estuve sufriendo todo el campeonato con el abductor. Fue complicado, sí. Espero que este año no tenga problemas de ese tipo. Si siempre estás ahí arriba sueles tener problemas físicos, como es normal.