El regreso del ilusionista
Coronado como mejor pelotari del torneo de San Fermín, vive un buen momento después de las dudas generadas por la rotura del tendón de Aquiles en la final del Parejas
bilbao - Con pose de artista se acoda Pablo Berasaluze (Berriz, 15-IX-1976) en los frontones. Siempre que se habla de él, se habla de un pelotari especial, distinto, puro remate. De oficio, funambulista. El berriztarra se crió entre los aromas del frontón y acumuló kilómetros y horas para forjar una personalidad basada en el arte como forma de vida. Entre el colchón y el verde. Efervescencia. Un volcán. Un ilusionista al que le costó reencontrarse tras agarrarse el tobillo en la final del Parejas de 2013 y sufrir una rotura del tendón de Aquiles de su tobillo izquierdo. Cuenta Berasaluze II que “la verdad es que este año ha sido duro: por la operación, por salir y porque en el campeonato no estuve muy bien. Estaba entrenando bien pero me hacía falta tiempo para coger juego y la misma fuerza. Con trabajo y entrenamiento hemos vuelto”.
Remienda el delantero de Asegarce que en el trabajo ha estado la clave. A pesar de los resultados. De hecho, confiesa el propio pelotari que en las citas del Parejas, disputado de diciembre a abril de este curso, no estuvo al nivel, que le costó ponerse y que hubo momentos malos, en los que las cosas se ponían cuesta arriba. “Los médicos me decían que necesitaba tiempo. Me operaron, salí a los cinco meses y jugué el campeonato. Después de una operación tan grave y una rehabilitación tan fuerte, era muy difícil que rindiera al cien por cien en un campeonato tan exigente como el Parejas. La gente pensaba que como salí tan bien y antes de lo esperado, igual iba a estar mejor. Entonces no tenía la misma fuerza que tengo ahora y me hacía falta tiempo”, desvela.
Aunque ya se intuía hace un par de meses el buen paso de Berasaluze II, la cristalización amaneció con el eco mediático de la feria de San Fermín. Cazador de tormentas Pablo, en las paredes del Labrit dejó su sello en todos los encuentros, cediendo bien poco a pelotaris de la talla de Olaizola II o Xala, a los que se merendó con superioridad. “Los médicos me dijeron desde el principio que desde que me rompí hasta estar en plenas facultades pasaría un año y así ha sido”, analiza. De hecho, el caso de Kobe Bryant, jugador de Los Angeles Lakers, es muy similar al suyo en ciertos aspectos. Ambos se lesionaron en abril de 2013, solo que el pelotari volvió a las canchas tras cinco meses de trabajo duro en Gasteiz y al escolta de Philadelphia le costó tres meses más, pero su nivel después de la lesión no ha vuelto a ser el mismo.
Un año le comentaron a Berasaluze II y prácticamente los plazos se han cumplido, siendo el Parejas una buena forma de coger ritmo competitivo. “Han sido meses duros en los que hemos trabajado mucho con Josetxu. Tanto trabajo al final siempre trae algo. Me he encontrado bien todo el torneo y antes de San Fermín ya estaba mejor. Me dieron a mí el premio de mejor pelotari, pero creo que Mikel también se lo merecía. Hizo un gran campeonato”, admite el delantero vizcaino, quien apostilla que “no había jugado mucho con Beroiz y he estado muy a gusto. Mikel es un gran chaval que da todo en la cancha, da mucha confianza, cubre mucho, no pierde pelota y es muy rocoso. Jugar con un pelotari así siempre da garantías. Hemos sumado entre los dos y ahí estuvo la clave”.
“Hacer un buen san fermín” Entre los anhelos de Berasaluze para este verano estaba comenzar con buen pie. “Lo único que quería hacer era un buen San Fermín. La empresa confió en mí y yo quería hacer un buen papel en el torneo. Creo que he dado mi nivel”, manifiesta el berriztarra. El triunfo y el trofeo de mejor pelotari son mero acompañamiento de sentirse otra vez en la cresta de la ola. Sentirse a gusto, con buen feeling.
“Estoy contento no de ganar, sino de haber dado mi juego. Lo que quería es dar mi nivel y sentirme bien”, desvela Berasaluze, quien sentencia que “en algunos momentos andaba no pudiendo dar mi mejor versión y en el Parejas pasé momentos malos. Quería pero no podía. Pero a todos estos momentos malos que he pasado le hemos dado la vuelta. Al final, si te hundes y vas para abajo es peor. He seguido trabajando duro día a día”. Además, la victoria es un puñetazo en la mesa. “Estar metido en los torneos y tener la posibilidad de ganar alguno es importante. Es una forma de coger confianza”, finaliza el berriztarra.
derrota en amorebieta Por otro lado, Pablo Berasaluze no pudo continuar su racha triunfal el miércoles en el frontón Amorebieta IV al caer por un resultado muy apretado (18-22) en su particular revancha frente a Aimar Olaizola. En un encuentro de alternativas y que gustó mucho al público que abarrotó la cancha zornotzarra con motivo de El Carmen, el de Berriz, acompañado por Jon Ander Albisu, cayó ante el delantero de Goizueta e Ibai Zabala. Los dos delanteros estuvieron muy activos en ataque, pero los colorados cometieron más errores y desequilibraron la balanza.