Bilbao - En una velada histórica Nacho Mendoza celebró su combate número 50 como profesional ciñéndose el cinturón de campeón de España del peso superligero en una noche que concitó a 2.000 personas en La Casilla de Bilbao. A partir de ahora su meta será “subir escalones” para retornar, según sus propias palabras, “a las grandes peleas”. No lo tuvo fácil el hispanocolombiano residente en Vitoria. Si alguien esperaba que doblegara a un invicto Juan Carlos King Daluz a base de potencia se equivocaba. El de Tenerife dejó claras dos cosas: venía a llevarse el título y su boxeo va más allá del prestigio de estilista de la escuela canaria. Daluz, más cómodo en la distancia y manejando con clase golpes rectos y curvos, se fajó y demostró ser un tipo duro cuando no le quedó más remedio. El pleito se desarrolló con un guión en el que Mendoza se apropió del centro del cuadrilátero con la derecha engatillada, cediendo trabajo a la izquierda y Daluz golpeando desde la distancia. Uno buscaba golpes fuertes y el otro los puntos. Las hostilidades crecieron en el tercero y, mediado el cuarto, una combinación de Mendoza obligó al canario a sentarse sobre las cuerdas de su propio rincón. En los dos últimos asaltos Mendoza coló manos claras, pero el canario encajó y contraatacó con peligro. Hubo un gran campeón y un gran boxeador que pudo serlo y que seguro que volverá a intentarlo. El combate del quinto cinturón de Mendoza y la primera derrota de Daluz gustó mucho en la capital bilbaína y fue muy aplaudido. - DNA