MONTEVIDEO - La sanción que la FIFA ha interpuesto a Luis Suárez como consecuencia de su mordisco a Giorgio Chiellini va camino de convertirse en un culebrón. Si bien no hay ninguna declaración del jugador, que se encuentra ya en Montevideo después de que abandonara por la puerta de atrás la concentración de la selección de Uruguay en Brasil, el diario brasileño O Estado de Sao Paulo hizo pública ayer la carta que el atacante remitió al máximo organismo futbolístico antes de que se conociera su castigo de nueve partidos y cuatro meses de inhabilitación.
En el escrito, Suárez trató de exculparse de las acusaciones de haber mordido al defensa italiano, negando que tuviese la “intención” de hacer algo similar. Sus plegarias no fueron escuchadas por la FIFA, que le impuso una sanción ejemplar a pesar de que tal y como recoge la carta, las explicaciones del uruguayo fueron las siguientes: “Luego del impacto, que me hace juntar las rodillas, pierdo el equilibrio desestabilizando mi físico y cayendo por encima del oponente. En ese momento impactó mi cara contra el jugador dejándome el pómulo con un pequeño hematoma y un fuerte dolor en las piezas dentales, que determinó que el árbitro detuviera el partido”.
Las imágenes hablan por sí solas, por lo que el organismo decidió hacer caso omiso a las explicaciones de Luis Suárez a pesar de que este concluyó la carta señalando que “en ningún caso ha sucedido lo que describe en su escrito como morder o intentar morder”.
Tal y como recoge el rotativo brasileño, la FIFA había endurecido la sanción al delantero debido a que este no mostró arrepentimiento en ningún momento. “El jugador no mostró consciencia de haber cometido infracción alguna. Mordió al jugador contrario con la intención de lesionarlo”, explicó la FIFA para razonar la sanción.- A. Martínez