Sao Paulo - Sin sus dos mejores socios en la selección de Portugal para el decisivo choque del domingo ante Estados Unidos, Fabio Coentrao y Pepe, a Cristiano Ronaldo le toca remar solo contra los elementos, en un panorama para muchos desolador. De regreso a Campinas, sede de la selección lusa, el mejor jugador del mundo en 2013 deberá defender el galardón en un conjunto mermado por las bajas. Y defender el galardón pasa, obligatoriamente, por hacer que Portugal avance a octavos.

Pero con cuatro goles en contra, los que le anotó Alemania en Salvador, Portugal está casi obligado a vencer por abultados resultados ante Estados Unidos e viernes y frente a Ghana el día 26 para sellar su avance. El desafío es homérico. A la lesión de Coentrao, baja por molestias en el aductor por las que se perderá el resto del Mundial, se une la del jefe de la defensa lusa, Pepe, expulsado en la goleada ante Alemania. A ellos se añaden el portero titular Rui Patricio y el delantero Hugo Almeida, también tocados muscularmente. Contra Estados Unidos, de los once que el seleccionador Paulo Bento presentó en el azaroso debut mundialista, solo repetirán siete como máximo.

Ante ese panorama poco alentador, el desafío de Ronaldo es aún mayor, tanto futbolística como anímicamente. Sin estar en plenitud física por una tendinosis rotuliana, el delantero del Real Madrid se enfrenta a un difícil panorama. - Efe