Fortaleza - México se le atragantó ayer a Brasil y sacó un empate sin goles en un intenso y muy igualado partido contra los anfitriones del Mundial en la segunda jornada del Grupo A.

El portero Guillermo Ochoa fue clave en el resultado, al salvar un remate de Neymar sobre la línea en la primera parte, y otro testarazo de Thiago Silva a cinco minutos del final de un partido en el que los brasileños no tuvieron tanta fortuna como en el partido inaugural ante Croacia, a la que derrotaron por 3-1 en un choque en el que también contaron con la ayuda del árbitro.

En el otro área, Julio César también tuvo trabajo y en el tiempo de descuento se sacó de encima un remate de Raúl Jiménez que podría haber dado la victoria a los mexicanos.

Brasil estuvo espeso, más que en su debut mundialista, y se topó con un México muy bien posicionado, aguerrido y que ejerció una presión constante en la salida de balón de la pentacampeona del mundo, que ayer tuvo mucha dificultad en generar juego.

Neymar, como de costumbre, fue el mejor de la Canarinha, pero más allá de su ocasión de gol y del pase a Thiago Silva, no incomodó demasiado ante el firme marcaje mexicano. La estrella del Barcelona apenas tuvo oportunidades para incrementar su cuenta goleadora.

el mariscal mexicano Rafa Márquez, a sus 35 años, estuvo implacable en la zaga mexicana, mientras que Héctor Herrera, Andrés Guardado y Juan José Vázquez se agrandaron en el centro de la cancha y no dejaron jugar con comodidad a la selección anfitriona, Brasil.

El seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, había advertido que Brasil no iba a ser "el rey de la fiesta" y los noventa minutos del partido contra México confirmaron sus presunciones. La baja de Hulk por molestias en el muslo izquierdo llevó a Scolari a inclinarse por la opción más defensiva que tenía en la recámara, la que le proporcionó un centrocampista con más hueso que arte como Ramires. Con el volante del Chelsea, Brasil ganó equilibrio en la medular y pasó menos sustos defensivos que ante Croacia, pero también perdió profundidad por la banda derecha. A ello también contribuía el planteamiento de México, que ejerció una intensa presión en la zona ancha, tuvo a Neymar bien vigilado y minimizó las llegadas de los brasileños.

El peligro por parte del equipo anfitrión dependía en gran medida del delantero del Barcelona, que en una jugada caracoleó entre tres defensas, aunque su acción fue luego desbaratada, y también tuvo la mejor ocasión de la primera parte en un remate de cabeza poco antes de la media hora. Neymar le ganó en el salto a Rafa Márquez y con su testarazo obligó a exhibirse a Guillermo Ochoa, que sacó el balón sobre la línea en una gran estirada. México respondía al contraataque y rozó el gol con un zapatazo potente desde fuera del área de Héctor Herrera, que palmeó bien Julio César. Era la prueba de que los aztecas no han viajado a Brasil de vacaciones.

mucha igualdad Los primeros minutos de la segunda parte fueron mexicanos, con la excepción de un buen centro de Bernard hacia Neymar, interceptado justo a tiempo por Fernando Rodríguez cuando la afición brasileña ya se disponía a cantar el gol de su máxima estrella.

Bien al corte y despierto para aprovechar los balones rifados por Brasil en el centro del campo, el combinado mexicano ganó presencia en campo contrario y propició buenas ocasiones en tiros de fuera del área de Juan José Vázquez y Héctor Herrera.

Brasil despertó de nuevo gracias a Neymar, que desde el área pequeña tiró a bocajarro, pero se volvió a topar con Ochoa, bien posicionado bajo palos.

Scolari trató de volcar el equipo al ataque, con la entrada de Jo y Willian, pero México se replegó en los últimos instantes y ahogó casi todas las oportunidades de Brasil, que se mostró incapaz de encontrar la fórmula para romper la muralla defensiva rival.

En los últimos instantes, Ochoa volvió a salvar a México, ante un cabezazo de Thiago Silva, y Julio César hizo lo mismo ante el último ataque de los centroamericanos.

México, con cuatro puntos, jugará su tercer partido contra Croacia el próximo lunes en Recife; y Brasil, también con cuatro, cerrará su participación en el Grupo A ante Camerún en Brasilia ese mismo día. A pesar de que el empate satisfizo más a los mexicanos, lo cierto es que ambos equipos dieron pasos de gigante para avanzar hasta las octavos de final, complicando el futuro de Croacia, la gran perjudicada por el empate de ayer.

Árbitro Cuneyt Cakir, de Turquía. Amonestó a Ramires y Thiago Silva, por parte de la selección de Brasil; y también a Aguilar y Vázquez, por parte del combinado mexicano.

Estadio Castelao de Fortaleza, ante 60.342 espectadores.