El holandés Wilco Kelderman (Belkin), tercero en la general, atacó en los últimos metros y redujo en tres segundos su diferencia con el líder, que ahora, con la bonificación, es de 12 segundos.

El equipo Sky de Chris Froome tuvo que trabajar a destajo en la última fase de la carrera para contener los ataque de los rivales y en algunos momentos mostró ciertas debilidades pese al fuerte ritmo marcado por el australiano Richie Porte.

Contador fue uno de los agresores. Contador atacó a Froome a 30 km de meta, durante el último ascenso de la jornada, y mantuvo la diferencia en la bajada con la ayuda de su compañero de equipo el portugués Sergio Paulinho. La pareja ibérica llegó a tener un minuto de ventaja, pero el Sky, tirando a bloque, frustró la aventura.

Conjurada la amenaza de Contador, otros corredores se decidieron a atacar en busca de la victoria, dado que el Sky no era capaz de controlar el pelotón. El italiano Vincenzo Nibali también lo intento, y tuvo que ser Froome quien personalmente echara abajo su aventura. A continuación, Kelderman y el británico Adam Yates se fueron por delante, aunque no pudieron alcanzar a Spilak.

"A veces una etapa no parece dura sobre el papel y de pronto se convierte en muy dura. Eso es lo que pasó hoy cuando Contador atacó y nos metió mucha presión", reconoció Froome. "Pero pedí a mis compañeros que conservaran la calma. Hoy han hecho un gran trabajo. El sábado, en la gran montaña, será otra carrera".