Pelé no va a perder su corona en Brasil 2014. Edson Arantes do Nascimento sigue siendo el jugador con más Copas del Mundo ganadas y, probablemente, lo será para siempre ya que parece improbable que nadie alcance los tres títulos que levantó el genio de Minas Gerais en 1958, 1962 y 1970. En estos tiempos de feroz competencia, de máxima exigencia y de globalización, el simple hecho de ganar un Mundial tiene un mérito extraordinario y basta para pasar a la historia. Bien lo saben Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. En los debates por decidir quién es el mejor jugador de la actualidad, hay un detalle que les iguala: ninguno de los dos ha levantado la Copa del Mundo entre sus manos, como sí han hecho otros grandes jugadores de la historia.

Claro que también otras figuras del fútbol de todos los tiempos se retiraron sin el máximo logro. Messi y Cristiano acompañan, de momento, a Di Stefano, a Puskas, a Eusebio, a Yashin, a Luis Suárez, a Best, a Cruyff, a Platini, a Rummenigge, a Zico, a Sócrates, a Van Basten, a Francescoli, a Weah, a Stoichkov, a Baggio, a Beckham, a Raúl, a Shevchenko, a Ibrahimovic, a Ribery, a tantos otros que se retiraron o se retirarán sin poder ganar un Mundial. Si ellos no lo lograron ni en sus mejores años, no debe ser tan sencillo porque tienen que darse muchas circunstancias para alcanzar la gloria.

Primero, hay que superar una larga fase de clasificación y después una tanda de penaltis maldita, una decisión arbitral controvertida, una lesión inoportuna o, simplemente, la mala suerte pueden impedir coger ese tren que solo pasa cada cuatro años. Las máximas estrellas actuales del Barcelona y del Real Madrid saben, por tanto, que no tendrán muchas más oportunidades. Sí el futbolista conocido como Neymar Junior, a quien esta cita le llega con apenas 22 años y tras una temporada en la que no ha confirmado las expectativas que levantó su polémico y carísimo fichaje por el Barça. Pero el de Sao Paulo juega en casa y la torcida y Luiz Felipe Scolari, que busca su segundo título como entrenador, confían en él casi ciegamente para alcanzar el anhelado hexacampeonato.

líderes y campeones Pelé lideró a la Brasil de 1970, Bobby Charlton a la Inglaterra de 1966, Beckenbauer a la Alemania de 1974, Maradona a la Argentina de 1986, Zidane a la Francia de 1998... Esos son los ejemplos, el comportamiento que reclaman en Argentina y Portugal a Messi y Cristiano, acostumbrados a los éxitos en sus clubes, pero esquivados por el éxito en las citas de selección en las que hay menos tiempo para hacer encajar correctamente todas las piezas. La Copa del Mundo es el trofeo que justifica una carrera, el oro que hay que colocar por encima de todos esos balones que se reparten por razones subjetivas y que tantas páginas y minutos de tertulias llenan. Un Mundial es otra cosa, es el aquí y el ahora y los errores se pagan muy caros. Bien lo saben el Brasil de 1950, la Hungría de 1954, la Holanda de 1978, el Brasil de 1982 o la Argentina de 2002, grandes selecciones que, por unas u otras razones, no pudieron hacer historia.

Definitivamente, no es fácil. Brasil acogerá la vigésima edición de la Copa del Mundo que ya han disputado 76 países y cerca de 6.000 jugadores, pero que solo ocho selecciones han ganado. La última fue España, con ese gol de Iniesta en la prórroga de la final ante Holanda que es el último de los 2.208 que se han marcado. Solo Italia y Brasil han conseguido enlazar dos Mundiales seguidos, pero ya se llevan doce ediciones en las que no se repite el ganador. Ese es el reto de la selección de Vicente del Bosque, que ha adquirido el hábito ganador que se le reclamaba desde muchos años atrás y que por primera vez en 84 años sale como campeona, una presión que hay que saber manejar.

Todos quieren, todos desean un Mundial, pero pocos lo consiguen. Las hazañas individuales, si no conducen al éxito, solo quedan en los libros de estadísticas. Pero, a su vez, todas las selecciones necesitan de héroes, cuantos más mejor, de jugadores que encuentren la inspiración en estos días de junio y julio. Valen igual juntar delanteras míticas, que defensas infranqueables o centrocampistas imaginativos con tal de abrazar en el centro del universo ese trofeo dorado.

el reto de klose La Copa del Mundo de Brasil 2014 mira al alemán Miroslav Klose, al que le quedan dos goles para superar a Ronaldo como máximo goleador de la historia de los Mundiales. Precisamente, la selección germana, siempre tan fiable y que ha llegado doce veces al menos hasta las semifinales, alcanzará en su estreno de altura ante Portugal su partido número 100 en la historia de los Mundiales. En esta edición, Bosnia-Herzegovina elevará a 77 el número de equipos que han disputado al menos una Copa del Mundo.

La marca de trece goles del galo Just Fontaine en 1958 se antoja inalcanzable, incluso para jugadores como Messi y Cristiano Ronaldo, que vienen superando los cuarenta tantos por cabeza en las últimas temporadas. Lo que ellos dos quieren de verdad es estar en la final de Maracaná y ganarla para no seguir arrastrando esa mancha en su palmarés. Eso será el 13 de julio, el mismo día en el que hace 84 años se disputó el primer partido de la historia del Mundial de fútbol en el Estadio Pocitos de Montevideo. La galería de campeones vuelve a abrir sus puertas en Brasil. Después de 64 partidos, solo un equipo levantará la Copa, ese deseo Mundial.