Vitoria - Se esperaba ayer fiesta grande en las instalaciones de Olaranbe, en la carretera de Otazu, pero lo cierto es que la actuación del Aurrera acabó desbordando todas las expectativas y el escandaloso 9-0 que le endosó a un impotente Abetxuko en la última jornada liguera en la Regional Preferente alavesa catapultó de nuevo a los rojillos a la Tercera División. El asalto a la nueva categoría se produjo por delante del San Ignacio y el Salvatierra, que se impusieron en sus respectivos partidos pero que se quedaron con la miel en los labios ante la aplastante victoria de un Aurrera que regresa a la categoría de bronce solo una temporada después de haber descendido. Para el San Ignacio, segundo clasificado, queda el consuelo de acceder a la promoción, donde podría salir otra plaza más de ascenso.
Tras imponerse la semana pasada en su complicada visita al Iru Bat, el Aurrera había dado un paso de gigante hacia el ansiado ascenso -que era el objetivo único en la presente temporada-, pero le faltaba confirmarlo en la última jornada liguera ante el Abetxuko ante la amenazante presencia de San Ignacio y Salvatierra que esperaban un tropiezo de los rojillos para acceder a la primera plaza.
Como estaba previsto, el partido no deparó grandes sorpresas y el público congregado en Olaranbe pudo comenzar a soñar en el minuto 5 con el gol de Hugo, que abrió la fiesta. Poco antes del descanso Urdax marcaba el segundo y la tranquilidad se instalaba en el campo. Con el ascenso casi amarrado, la segunda parte fue todo un festival por parte de los rojillos, que se hartaron de meter goles hasta alcanzar los nueve y celebraron de la mejor manera posible el regreso a Tercera División. - DNA