vitoria - Conforme avanzan los días resulta cada vez más evidente el error de cálculo que el Baskonia ha protagonizado a la hora de comunicar su proceso de ampliación de capital. Al menos entre ese grupo de futuros accionistas de la casa a los que Josean Querejeta ha invitado a colaborar en la causa: léase el personal no deportivo de todo el grupo Baskonia, los jugadores del primer equipo y el cuerpo técnico. Un paquete singular y notable de inversores a los que se habría propuesto formar parte del nuevo capital a cambio de parte de su sueldo -en la línea del mundo cooperativo- y que sin embargo no habría sentado nada bien. "Ni por las formas, ni por el fondo", insisten en privado a este diario varios de los empleados del club, cuyo baskonismo está fuera de toda duda cuando se echa un vistazo a su trayectoria profesional y se observa el fervor con el que defienden a su equipo. Molestos por esa sensación inevitable de imposición que ha desplegado el club con su propuesta, se intuye que solo con un poco más de tacto habría sido altamente probable que la llamada a la ampliación hubiera surtido efecto. Sin embargo ahora mismo, las dudas tienen demasiado peso y tampoco la situación de algunos impagos por parte del Baskonia hacia sus empleados ayuda a cicatrizar viejas heridas.
Otro tanto de lo mismo ocurre en el vestuario del primer equipo, donde tampoco la sugerencia del presidente ha caído bien. Más bien, según ha podido constatar este periódico, todo lo contrario. Si bien pudiera ser que existen jugadores comprometidos con el proyecto y, por tanto, dispuestos a invertir parte de su sueldo, no es menos cierto que también los hay quemados con la entidad y con un futuro deportivo que no va a ir más allá del 30 de junio, por lo que parece del todo lógico que su negativa a asumir acciones será evidente. Máxime cuando se estaría hablando -al menos en los contratos más importantes- de desembolsos de hasta 60.000 euros, según la regla de tres diseñada por Querejeta, que les ha pedido 15 días de su sueldo bruto.
Reunidos en las últimas 48 horas al menos en un par de ocasiones, todo apunta a que la plantilla dirá que no a la propuesta de su jefe, si bien podría darse el caso de jugadores que sí se convirtieran en accionistas, un paso al frente que hasta ayer, al menos en público, ningún miembro de la plantilla había dado.
Scariolo, molesto Por si hubiera dudas de que el asunto de la ampliación se ha instalado esta semana en el orden del día deportivo salió ayer a la palestra Sergio Scariolo, que en la previa para analizar el partido de hoy ante el Fuenlabrada reconoció con cierta sensación de incomodidad que el asunto ha estado presente más de lo deseable. "Obviamente no se puede decir que no se ha hablado del tema durante la semana; ha sido un argumento hasta demasiado estrella, pero tengo muy claro que las cosas internas se quedan dentro y no tengo intención de romper ese código ético y correcto. Pero sí, obviamente el tema ha estado hasta demasiado presente en el día a día del equipo", respondió a los periodistas, que insistieron en conocer si apoyará la ampliación de capital. "Es una cuestión personal y al primero que se lo comunicaré será al club; luego ya se podrá hacer público si es necesario". En vista de que lo sustancial para los medios que ayer acudieron al Buesa estaba centrando en el tema de la ampliación y no en la visita del Fuenlabrada, hizo visible Scariolo de forma velada su malestar cuestionándose públicamente si el momento para llevar a cabo el proceso era éste, "antes de un partido de liga ACB y cinco días antes de unos play off", defendió. En la misma línea argumentó después que cuando el equipo deje de competir y esté más tranquilo, será posible hablar de cualquier cosa. "No es ni tabú ni que uno tenga vergüenza de hacer pública su postura ante el club. La cuestión es el momento, las formas y el cuándo. Será el club quien marque los tiempos y llegado el momento adecuado no creo que haya ningún problema para que uno pueda responder y dar la cara en cualquier situación y en cualquier circunstancia, como siempre he hecho".
Hoy, ante el 'fuenla' Y en mitad de esta polémica extradeportiva, el Laboral Kutxa recibe hoy al Fuenlabrada con la idea de lograr un triunfo que le otorgue la sexta posición en la fase regular, lo que significa que tendrá que medirse al Barça -ya lo ha hecho esta temporada en cinco ocasiones- en los play off por el título de Liga. El triunfo parece factible ante los madrileños, que sólo han conseguido sumar una victoria en su historia en el pabellón vitoriano -en la temporada 98/99 se impusieron por 93 a 96-. Desde entonces, los fuenlabreños han encajado 13 derrotas consecutivas. Leo Mainoldi se enfrentará a la que fue su escuadra durante cinco campañas hasta que el pasado verano llegó a Vitoria, mientras que Carlos Cabezas volverá a jugar en el Buesa, esta vez como rival.