Trayectoria. Lideró el grupo D de la primera fase con 8 victorias y 2 derrotas (ambas sufridas ante el Baskonia). Tercero en el 'Top 16' y verdugo del Emporio Armani (3-1) en el cruce de cuartos de final.
Puntos fuertes. Es un equipo americanizado que acostumbra a jugar con cuatro hombres bien abiertos y una única referencia interior (Schortsanitis). Sus estiletes del perímetro (Rice, Hickman, Smith e Ingles), tienen toda la libertad para jugarse el 'uno contra uno'. Tendrá la baja de Shawn James por una hernia discal.
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Euroligas (1977, 1981, 2001, 2004 y 2005). El auténtico tirano del baloncesto israelí con 50 Ligas y 40 Copas.
Trayectoria. Segundo del grupo A en la primera fase con 7 victorias y 3 derrotas. Líder del 'Top 16' tras acabar por delante del Real Madrid y Maccabi. Eliminó en cuartos al Panathinaikos (3-2).
Luces y sombras. Atesora la plantilla más cara de la Euroliga al disponer de un presupuesto astronómico próximo a los 37 millones de euros. Llega a Milán en horas bajas tras perder dos encuentros seguidos en casa en la 'VTB League' ante el Lokomotiv Kuban. Sonny Weems es su jugador más fiable en el presente ejercicio.
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Euroligas (1961, 1963, 1969, 1971, 2006 y 2008). Entre otros títulos, 24 Ligas de la antigua URSS, 18 Ligas rusas y 2 'VTB League'.
vitoria - El Mediolanum Forum de Milán concentra desde hoy al domingo toda la atención del baloncesto continental. Cuatro clásicos del Viejo Continente, que suman la friolera de 21 Euroligas, buscarán con ahínco el trono de monarca europeo en una edición sin prácticamente ningún invitado inesperado. La presencia del Maccabi haya sido posiblemente la única sorpresa tras varios meses de competición en los que el Real Madrid, el Barcelona y el CSKA -los mayores presupuestos de un torneo reservado para los más glamourosos y con unas jerarquías cada vez más delimitadas- han cumplido los pronósticos a rajatabla. En cambio, no se contaba a priori con la clasificación del cuadro de Tel Aviv, que en el cruce de cuartos de final sorprendió al anfitrión (Emporio Armani) tras un afortunado triunfo en el duelo inaugural que le permitió recuperar la ventaja de campo y sentenciar en el Nokia Arena.
Uno de los cuatro sucederá en el palmarés al Olympiacos, vigente campeón de las dos últimas campañas que esta vez se quedó por el camino tras vender muy cara su piel ante el Real Madrid. Pese a que muchos consideran que el conjunto de Pablo Laso se halla un peldaño por encima del resto, las espadas se encuentran en todo lo alto y no se atisba un favorito claro. En un pabellón copado por aficionados rusos e israelíes, ambos abrirán el fuego a las 18.00 horas. El plato fuerte de la jornada entre los dos grandes del baloncesto español se ha reservado para la noche (21.00 horas). Culés y merengues protagonizarán el enésimo capítulo de una rivalidad histórica en lo que constituye una reedición del combate que ya protagonizaron el pasado curso a estas mismas alturas en Londres. El triunfo correspondió entonces a los blancos y, por tanto, los catalanes claman venganza con el enigma, eso sí, del estado físico de su gran estrella.
Juan Carlos Navarro, atacado en los últimos tiempos por una fascitis plantar que le está llevando por la calle de la amargura, vuelve a estar renqueante y lejos de su plenitud. Para nadie pasan los años en balde y uno de los históricos del baloncesto estatal enfila ya el ocaso de una carrera brillante. Sin su mejor versión, las esperanzas blaugranas se reducirán de forma notable ante un Real Madrid al que le ha llegado la hora de plasmar con un gran título su alegre y estética propuesta en un escenario bélico.
Desde que aterrizó Pablo Laso en el banquillo, la tiranía blanca a nivel doméstico está fuera de toda duda. Sin embargo, la Euroliga requiere otro grado de dureza. Es la asignatura pendiente del vitoriano después de que el título se le escurriera de las manos la pasada campaña ante el Olympiacos, que endureció el juego hasta límites insospechados y borró del mapa al Madrid tras el descanso. El técnico ha sufrido serios problemas físicos en las últimas semanas con las lesiones de Draper y Carroll, mientras que Mirotic -con la incertidumbre de si seguirá en Europa o dará el salto a los Bulls- ha perdido su estado de gracia. Si Navarro es el Ave Fenix del Barcelona, Rudy Fernández volverá a ser el auténtico faro madridista siempre que se dedique a jugar y no exhiba su infantil carácter.
Uno de los contados equipos que, por su amplísima rotación e interminable batería de recursos, puede cortocircuitar la fluidez ofensiva del actual líder de la ACB no es otro que el Barcelona. Hace varios meses, el Real Madrid era una máquina inclemente de desfigurar rivales, todo le iba rodado y apenas mostraba puntos débiles. Hoy en día, muestra algunos síntomas de debilidad y describe una línea descendente. Todo lo contrario que un Barcelona que, tras el enésima inicio dubitativo, ha ido engrasando la maquinaria y consiguiendo la mejor versión de casi todos sus fichajes. Kostas Papanikolau, por el que pagó más de un millón al Olympiacos, y el exbaskonista Maciej Lampe deben todavía dar un paso al frente para convertir al de Xavi Pascual en un bloque si cabe más temible.
el morbo de blatt La primera semifinal también tiene su picante gracias a la figura de David Blatt. Y es que diferentes páginas especializadas en baloncesto se han eco en los últimos días de una posible oferta del CSKA al actual técnico del Maccabi para la próxima temporada. El opulento club ruso y Ettore Messina están predestinados a separar sus caminos este verano y el hombre llamado a relevarle es precisamente el hombre que puede apartarle del camino hacia la séptima Euroliga de su historia.
Viendo las plantillas de ambos conjuntos, la balanza aparece claramente desequilibrada hacia el CSKA, rebosante de estrellas pero huérfano de química. Su trayectoria reciente deja más sombras que luces. De hecho, viene de perder dos encuentros seguidos en su casa ante el Lokomotiv Kuban en la VTB League. Jugadores como Teodosic y Krstic, que vienen de coleccionar sonados fracasos en la reunión más elitista del Viejo Continente, dispondrán de otra oportunidad para cuestionar las voces que ponen en tela de juicio su carácter ganador. Sonny Weems, un anotador letal, es el hombre más fiable de los moscovitas. Mientras, el americanizado Maccabi aterriza en Milán como el tapado de la Final Four. El inquilino de La Mano de Elías carece de la pujanza económica de años anteriores y su plantilla tampoco es de relumbrón, pero atesora tal grado de competitividad nadie debería subestimarle. Con cuatro hombres abiertos y un ataque que concede toda la libertad del mundo a sus exteriores (Hickman, Rice, Smith...), puede batir a cualquiera.