dicen que la esperanza prospera bajo las condiciones más inadecuadas y el Valladolid se aferra a ella pese al 4-3 de Sevilla tras adelantarse tres veces en el marcador y perder, la primera vez que le sucede algo así a un equipo que pende ahora de otros tras pegarse ayer un tiro en el pie.

Una combinación de resultados salva al Valladolid. Ganar al Granada en Zorrilla el domingo evitaría el descenso siempre que Osasuna no gane al Betis en El Sadar o que el Getafe pierda ante el Rayo Vallecano.

El entrenador del equipo vallisoletano, Juan Ignacio Martínez, admitió tras el partido que "los cuatro goles encajados no tienen demasiada explicación" ni "el resultado tiene excusa ante un rival ya descendido". Sin embargo, el equipo blanquivioleta ha encajado cuatro goles hasta en ocho partidos a domicilio esta temporada.

Las goleadas ante Sevilla, Athletic Club, Granada, Espanyol, Atlético de Madrid, Celta, Real Madrid y Betis han sido un lastre que ha llevado al equipo hasta la situación actual sin que su entrenador haya probado mecanismos para reforzar la aplicación defensiva del equipo, como una zaga con tres centrales.

Y es que el Valladolid ha vivido un año marcado por esa falta de consistencia lejos de Zorrilla, aunque en su estadio solamente ha perdido tres encuentros, el último en noviembre ante Osasuna (0-1). Un resultado que ahora también le puede condenar.

Tras el varapalo en Sevilla, el técnico blanquivioleta no quiso cargar contra unos "jugadores profesionales" que venían "de puntuar ante el Madrid" y que han tenido "el marcador a favor mucho tiempo". Sin embargo, los errores defensivos, muy habituales lejos de Valladolid, hacen que el equipo llegue a la última jornada dependiendo de otros, como sucedió en los dos últimos descensos (2004 y 2010).

Lo paradójico es que el Betis, su verdugo, puede ponerle en bandeja la salvación al Valladolid solamente con puntuar en Pamplona. Es el flotador al que puede agarrarse el equipo vallisoletano que el domingo no podrá contar con Marc Valiente, sancionado, y mantiene la duda del lesionado Manucho.

El precedente más cercano respecto a depender de otros en la última jornada es el 16 mayo de 2010. Entonces, como ahora, el Valladolid se jugaba el descenso el ultimo día tras una campaña en la que acabó pagando el peaje por sus errores pese a las muchas opciones que tuvo de salvarse. Y el Valladolid bajó tras caer en Barcelona. La Liga de entonces, como la actual, precisaba de muy pocos puntos para seguir acogiendo a los más modestos. En aquella ocasión bastaban 37 y en la vigente, pueden valer 39. Lejos de los 42 puntos habituales.

El presidente duda El presidente del Valladolid, Carlos Suárez Sureda, afirmó ayer que espera que el Betis tenga ante Osasuna el mismo comportamiento que con ellos y que corran tanto, aunque dejó también una frase enigmática y sin explicación posterior. "Lo pactado es que no corran tanto fuera de casa", dijo el mandatario del conjunto pucelano.

En cualquier caso, si el Valladolid baja esta temporada, el actual presidente del Valladolid acumularía tres descensos en diez años.

Descenso de los dos. En el Valladolid-Granada podrían bajar ambos equipos, como ya sucedió en el Zaragoza-Celta de la última jornada de la Liga 76-77.

Sus cuentas. Debe ganar y esperar resultados en Pamplona o Vallecas -derrota del Getafe-.