BARCELONA/MADRID. El Barcelona llega a la gran final con un agujero en el alma y otro en el eje de la zaga. Aspirante hace una semana a ganarlo todo, las dos últimas derrotas ante Atlético de Madrid y Granada le han dejado fuera de la Liga de Campeones y prácticamente han finiquitado sus opciones de revalidar el título de Liga.

Como en tiempo pasados, el Barça intenta ahora salvar la temporada con un trofeo menor, que no hace tanto, con Pep Guardiola en el banquillo, ganaba casi por inercia y que esta vez le permitiría, al menos, restituir parte de el orgullo perdido.

No lo tendrá fácil porque en frente tendrá al eterno rival, un Real Madrid que le tiene especiales ganas después de caer derrotado en los dos partidos de Liga (2-1 en el Camp Nou y 3-4 en el Santiago Bernabéu) y que ya le ganó en la última final copera en la que se vieron las caras, precisamente en este mismo escenario (1-0 en 2011 con gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga).

Además, los catalanes vuelven a tener graves problemas para confeccionar una defensa de garantías. Gerard Piqué, con una fisura en la cadera, Carles Puyol, que sigue con sus problemas en la rodilla derecha y Marc Bartra, que arrastra una sobrecarga en los isquiotibiales derechos, han viajado sin tener el alta médica. Gerardo 'Tata' Martino, no podrá decidir, hasta última hora, quién acompaña al argentino Javier Mascherano en el eje de la defensa.

En Granada retrasó a Sergio Busquets y colocó a Alex Song en la posición de pivote defensivo, y también podría apostar por un lateral para el eje, el brasileño Adriano Correia. Sin embargo, Puyol dejó entrever que está dispuesto a hacer una último servicio al barcelonismo y forzar para jugar, algo que ha corroborado el propio Martino tras el entrenamiento matinal.

En ataque parece que el técnico rosarino volverá a renunciar a la velocidad de Pedro y Alexis por banda para buscar los pasillos interiores alineando juntos a los cuatro 'bajitos': Xavi, Cesc, Iniesta y Messi.

En este dibujo, el principal quebradero de cabeza para Martino es cómo encajar a Cesc. Utilizarlo de falso '9' implica desplazar a Messi a la banda y retrasarlo como volante obliga a adelantar la posición de Iniesta como falso extremo zurdo, lo que llevaría a Neymar a arrancar de nuevo desde la banda derecha donde su rendimiento baja muchos enteros.

El engranaje final debe tener como objetivo principal explotar las cualidades de un Messi que lleva desaparecido los dos últimos partidos, pero que suele responder a una semana de críticas con actuaciones memorables y que tiene tomada la medida al gran rival.

El Real Madrid lo sabe bien, pues ha sufrido su ira hasta en 21 ocasiones, justo los goles que lleva contra el conjunto blanco en 23 partidos. Nadie, en la historia de los clásicos, ha marcado más que él.

El Barcelona tratará de conseguir este miércoles en Mestalla su vigésimo séptimo título de la Copa del Rey, mientras que el Real Madrid buscará el decimonoveno. El último dejó un sabor de boca que no se olvida en el madridismo. Era el primer título con José Mourinho en el banquillo y cortaba la hegemonía del Barça de Pep Guardiola.

El héroe de aquella final, con aquel testarazo en la prórroga, lo verá desde la grada. Cristiano Ronaldo no llega a tiempo y una lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo le deja fuera de combate. Exige a sus compañeros a aumentar el esfuerzo, ser más solidarias en las ayudas y sumar juntos para cubrir la ausencia de su gran líder.

Se buscará referencia sobre el campo. Un madridista que se eche el equipo a las espaldas. Se espera al galés Gareth Bale, irregular en las grandes noches hasta la fecha, o al argentino Ángel Di María que ha dado un paso al frente cuando ha hecho falta y que jugará en su demarcación preferida.

Carlo Ancelotti no retocará el sistema y ha pedido a sus jugadores que jueguen con personalidad, al ataque bajo el dibujo táctico 4-3-3 y a arrebatar la posesión a su rival. Ubicará a Di María en la derecha y pasará a Bale a su banda natural, la izquierda. La duda entre aumentar músculo en la medular con Asier Illarramendi o dar paso a la magia de Isco Alarcón parece decantarse por el segundo. El partido de Dortmund dejó marcado al centrocampista vasco.

Ancelotti busca su primer título y de golpe igualar a su antecesor alejado del 'ruido' en el que instaló Mourinho al Real Madrid. Igualadas las semifinales como mayor logro en Europa, la Copa del Rey es el primer deseo del técnico italiano que deberá superar bajas importantes. No sólo le falta Cristiano, no tendrá a dos laterales que serían titulares, Álvaro Arbeloa por la derecha y el brasileño Marcelo por la izquierda. Ni la fuerza del alemán Sami Khedira en el centro del campo o el revulsivo de Jesé Rodríguez. Las lesiones han atacado al conjunto madridista en el momento más decisivo.

Iker Casillas, también protagonista de la última final con sus paradas salvadoras, volverá a disfrutar de un gran partido en Mestalla. El escenario donde sufrió la lesión más grave de su carrera pero donde levantó al cielo de Valencia su única Copa del Rey, un título que parecía maldito y el único que faltaba en su historial. No ha encajado ni un gol en la actual edición copera y la presencia de Sergio Ramos le servirá de ayuda para buscar otro récord. El central andaluz ha superado sus problemas en el trapecio y será titular.

La gran fiesta del fútbol español entra en escena con un Clásico que dejará tocado a uno de los entrenadores para el futuro. El 'Rey de Copas' busca una alegría que cure sus penas. El Real Madrid iniciar un nuevo ciclo de éxitos, aspirando al soñado triplete.