vitoria - Ya demostró que en el tartán, cuanto más larga sea la distancia, es el más rápido del mundo. Kenenisa Bekele hizo historia al marcar los récords mundiales en los 5.000 y los 10.000 metros, pero parece que el etíope nacido en la localidad de Bekoji quiere seguir saciando su hambre de gloria a los 31 años. Ha fijado su objetivo fuera de la pista, en el asfalto, y quiere desafiar la plusmarca mundial en la prueba reina del atletismo: el maratón. El pasado domingo debutó en dicha distancia en París, una ciudad especial para él. "París descubrió y lanzó mi carrera", explicaba el sábado en Le Parisien haciendo alusión a los Mundiales de 2003. "Me siento bien en esta ciudad cada vez que estoy. Escogerla antes que Londres me pareció una evidencia". Dicho y hecho. En su estreno consiguió llevarse la victoria en una carrera en la que había 50.000 personas de 140 nacionalidades inscritas. Bekele aprovechó al máximo el trabajo de las liebres pero no pudo consumar el objetivo de firmar el récord mundial del maratón, que posee Wilson Kipsang desde el pasado mes de septiembre con un crono de dos horas, tres minutos y 23 segundos. La primera victoria de Bekele en esta modalidad ha sido con un tiempo de dos horas, cinco minutos y cuatro segundos, seis segundos mejor que el registro del keniano Stanley Biwolt, que era el récord del maratón de París.
Bekele hizo el domingo los últimos kilómetros en solitario, un tramo que se le hizo especialmente duro. "No tenía experiencias anteriores", explicaba exhausto tras llegar a meta. "Ha sido muy duro para mí". Cuando todavía le faltaban ocho kilómetros hizo gestos indicando que tenía dolores en una pierna: "Después del kilómetro 30 todo ha sido muy complicado". El segundo puesto fue para el también etíope Limenih Getachew, con dos horas seis minutos y 49 segundos. En la prueba femenina la ganadora fue la keniana Flamene Cheyech, con dos horas, 22 minutos y 42 segundos.
habrá más récords "Tengo ganas de batir el récord del mundo, por eso voy a correr rápido, lo más rápido posible", había advertido Bekele la víspera de la carrera. Este asalto al maratón llega por su ambición, pero está impulsado por el buen momento que atraviesa en lo personal: "Estoy bastante feliz y más bien orgulloso por lo conseguido como atleta. Me dije que podía añadir algo. Es lo que me ha motivado en este desafío. Necesitaba ponerme este reto suplementario". Una vez que no ha caído la plusmarca en el primer intento, todo parece indicar que habrá más oportunidades para hacer historia, ya que seguirá "un poco" en el maratón. No obstante, ha dejado claro que quiere volver a los 10.000 metros para batir su propio récord. Kenenisa Bekele está empeñado en buscar su límite.