Seguiré como entrenador, yo no me resigno ni me doy por vencido. Soy el responsable y sigo en pie al frente de la tropa". El Dinosaurier camina errático por los áridos pastos germanos. No encuentra alimento que engorde su casillero de puntos y la hambruna es suprema. Pero el holandés Bert van Marwijk, el que fuera entrenador de la selección tulipán que perdió la final del Mundial de 2010 frente a España, ahora técnico del Hamburgo, no desespera en su empeño de salvaguardar la historia del único club que no ha descendido de la Bundesliga, la Primera División alemana, desde su creación en 1963.

El sábado corrieron mares de lágrimas en el Imtech Arena, mucho más significantes que las que brotaron de Mario Balotelli al ser sustituido en la derrota del Milan por 3-1 frente al Nápoles; el Hamburgo trenzaba su sexta derrota liguera consecutiva para echarse la soga al cuello. Con el pitido final, consumada la derrota ante el Hertha de Berlín por 0-3, el Dinosaurio asistía a su peor racha histórica de resultados. Y en la grada se armó la marimorena. "¡Millonarios de mierda!". Unos 300 aficionados locales se agolparon a las afueras del estadio para increpar a los jugadores, que fueron custodiados por la fuerzas policiales y cuyos coches fueron pateados. En el caso de Rafael Van der Vaart, al igual que otros, fue objetivo de jarrazos de cerveza o mecherazos, según recoge el diario Spiegel, que atestigua dos detenciones.

El encuentro en sí fue un auténtico desastre para el Hamburgo, el tercer club con más seguidores del país, que en el minuto 38 ya había encajado el 0-3 ante un Hertha que es séptimo en la tabla. Adrián Ramos marró un penalti pero anotó dos goles que le aúpan al liderato de la lista de goleadores de la Bundesliga, con 14 dianas, una más que el polaco Lewandowski, a quien, según Sky Italia, podría sustituir la próxima campaña en el Borussia Dortmund. El delantero del Hertha es la bala en la recámara colombiana ante la posible ausencia del lesionado Falcao en el Mundial de Brasil.

Rectificar o extinguir El insólito de una sexta derrota encadenada ha dejado al que fuera campeón de la Copa de Europa de 1983 anteúltimo en la Bundesliga, con 16 puntos en 20 jornadas; ahondando más, ha almacenado la miseria de una victoria y un empate en sus diez últimos duelos. Es, además, el equipo que más goles recibe (47). Y como guillotina a la vuelta de la esquina, el próximo sábado se mide al colista Eintracht Braunschweig. Puede ser el meteorito cuyo impacto y su consecuencia extinga la memoria de los Dinosaurios, pues antes Van Marwijk tendrá su particular vía crucis en el choque de cuartos de final de Copa del miércoles, donde se verá con el monstruoso Bayern de Múnich, ese Panzer que se mueve por la Liga a ritmo de récord histórico, con 56 puntos en 20 lizas.