SI ha habido un deporte durante los últimos años que se ha visto sacudido con fuerza desde sus cimientos hasta la cúspide de la pirámide ese es el ciclismo. Como un boxeador acorralado en su esquina ha ido recibiendo un duro golpe tras otro quedándose en muchos momentos al borde del K.O. Los sempiternos problemas económicos, la fuga de patrocinadores, los escándalos de dopaje, la falta de atención mediática o la pérdida de base en la cantera -entre otras muchas circunstancias- han supuesto un camino sembrado de tachuelas para el deporte de las dos ruedas. Más todavía cuanto más lejos de la élite se encontraban los protagonistas.

Como no podía ser de otra manera Álava no ha sido una excepción a esta dura realidad y el ciclismo provincial se ha visto obligado a transitar por el desierto. Muy lejos quedan los tiempos de bonanza con grandes éxitos a todos los niveles, superpoblación de representantes a todos los niveles y pruebas de calidad organizadas en el territorio. Hoy en día la situación es bien diferente y las noticias positivas acostumbran a ser excepciones. Sin embargo, la pájara parece ir quedando atrás y empiecen a vislumbrarse motivos para la esperanza.

Así lo entiende al menos el presidente de la Federación Alavesa, Florencio Martiarena. "Está claro que no es un momento fácil y que, como en casi todos los ámbitos, la cosa está complicada pero pienso que lo peor ha pasado. La situación se ha estabilizado y poco a poco empezamos a recuperarnos. Este año, por ejemplo, vamos a mantener los mismos equipos que había el pasado en cadetes y juveniles y en Élite y Sub' 23 han surgido dos nuevos. El Zirauna-Infisport que ha montado Gorka Beloki y el Maestre Amurrioko que va a salir con seis corredores alaveses sub' 23", apunta.

Además de esta excelente noticia, también hay más motivos para un moderado optimismo. "El número de cicloturistas es muy importante y, por ejemplo, las marchas de BTT están viviendo un gran momento. Además, si analizamos nuestras cifras en relación al número de habitantes de Álava y las comparamos porcentualmente con otras provincias vemos que estamos bastante mejor que muchas", destaca.

No obstante, todavía queda un largo camino por recorrer y muchos aspectos en los que poder trabajar. "Lo que más cuesta es tratar de recuperar aquello que ha desaparecido por unos motivos u otros. Cuando un equipo o una prueba dejan de hacerse, es muy complicado darle la vuelta a la situación y que regresen a la actividad", reconoce.