la sombra de Sir Alex Ferguson es alargada, demasiado alargada. Tanto, que en Old Trafford, seis meses después de que el escocés se retirara de los banquillos, siguen preguntándose qué sería de ellos de continuar el técnico. El nuevo proyecto de David Moyes no termina de cuajar y las alarmas se han disparado ya en la ciudad de Manchester, al menos en una parte de la misma. Los pequeños nubarrones de las primeras jornadas prometen tormenta tras la disputa de los 15 primeros encuentros de la Premier, en la que los diablos rojos marchan en novena posición con 22 puntos, a trece del líder, el Arsenal, que ayer no pasó del empate a uno en casa ante el Everton. Además, los problemas podrían empeorar, pues mañana el United se juega el primer puesto en el grupo de la Champions ante el Shakhtar Donetsk, que si vence en el Teatro de los sueños accederá a octavos de final como líder del grupo A.
Pero más allá de los datos, que no atisban nada prometedor, la imagen que está ofreciendo el equipo semana tras semana está dejando mucho que desear. Moyes no consigue dar con la tecla. En un equipo sin demasiadas estrellas, con Wayne Rooney y Robin Van Persie como principales referentes, los de Manchester no consiguen carburar y de todos los nombres que sonaron en verano para reforzar el centro del campo, únicamente llegó Marouane Fellaini. Ander Herrera, por quien presentaron una oferta, insuficiente al no alcanzar los 36 millones de su cláusula de rescisión, y Thiago Alcántara, que se decantó por el Bayern Múnich, echaron al traste los planes de Moyes, que contaba con la llegada de alguno de estos dos últimos para una faceta de construcción del juego en la que el United tiene su talón de Aquiles.
La adaptación del centrocampista belga no está siendo ni mucho menos satisfactoria a pesar de que había estado a las órdenes del técnico escocés durante las cinco últimas temporadas en el Everton. Sin un jugador creativo a su lado, Fellaini no ha conseguido explotar sus mejores virtudes, las mismas que afloraron especialmente en el último curso, cuando anotó once tantos en la Premier.
Las lesiones tampoco están ayudando en exceso a Moyes en su nueva etapa. El elegido, como reza una pancarta en Old Trafford, lleva cuatro jornadas sin poder contar con Michael Carrick, el referente del equipo en el centro del campo. En el tiempo que lleva de baja el futbolista inglés, los diablos rojos únicamente han conseguido dos puntos de doce posibles y, además, han encadenado dos derrotas consecutivas -Everton el pasado miércoles y Newcastle el sábado- en el Teatro de los sueños, un hecho que no sucedía desde 2002. Tampoco Wayne Rooney y Robin van Persie han sido de la partida en todos los encuentros por diversos problemas físicos, lo que evidentemente a mermado el poderío ofensivo del Manchester United.
¿saldrá van persie? Pero más allá de la pobre imagen que está ofreciendo el equipo, en las últimas horas se ha rumoreado con que el atacante holandés, máximo goleador de la Premier las dos últimas temporadas, y que llegó al United el pasado verano, podría haber solicitado el transfer request -método por el que en Inglaterra los jugadores piden la salida de un club de forma escrita-, para encontrar un nuevo destino en el mercado invernal, como así asegura el rotativo Daily Mirror. De confirmarse, supondría un nuevo dolor de cabeza para Moyes. Desde Barcelona, además, distintos medios señalan un posible interés del Barça por fichar a Van Persie.
Esta situación no es nueva en la presente temporada en el Manchester United, pues durante el verano la otra estrella del equipo, Rooney, estuvo con más de un pie fuera del equipo, pues en más de una ocasión solicitó salir del Manchester, aunque finalmente continuó en la ciudad del norte de Inglaterra. A la espera de ver qué pasa en invierno con las salidas, Moyes se habría dirigido ya a los dirigentes del club para hacerles ver la necesidad de reforzar un equipo cojo en el centro del campo.