Si el Barcelona de los últimos cuatro años hubiera sido el primer equipo al que viera por primera vez jugar cuando tenía cuatro años de edad, con esa tranquilidad, ganando por 5-0, 6-0, me hubiera dedicado a jugar al tenis", se sinceró hace algunas semanas Jurgen Klopp en una entrevista concedida al periódico inglés The Guardian. El técnico del Borussia Dortmund aseguró que a él lo le gusta del fútbol "es que hay cosas que puedes hacer para que cada equipo pueda ganar la mayoría de los partidos". El sábado, en el partido de la jornada en Alemania, el entrenador germano tuvo que enfrentarse al ideólogo de aquel Barcelona superlativo que lo ganó todo en la temporada 2008-09 y que ahora dirige al todopoderoso Bayern de Munich, un equipo llamado a marcar una época en Europa con el permiso de Real Madrid y el conjunto catalán. Y como si de una premonición se tratase, el Bayern de ese fútbol que no divierte a Klopp pasó por encima de un Borussia que a pesar de las numerosas bajas, nunca se vio con opciones de ganar y tuvo que claudicar por 0-3.
El conjunto bávaro, vencedor de la última edición de la Champions League con Jupp Heynckes en el banquillo ha sabido adoptarse a las mil maravillas al nuevo manual de estilo de Guardiola, que tras un año de retiro en Nueva York ha regresado al fútbol con más fuerza que antes si cabe. Lo cierto es que la plantilla con la que cuenta el técnico catalán también ayuda a que su aclimatación germana haya sido más sencilla. A diferencia de ascenso al banquilo del primer equipo del Barcelona, cuando tomó decisiones drásticas como las de prescindir de Deco y Ronaldinho, en el Bayern no requirió de una decisión tan impopular. Además, se reforzó con Thiago Alcantara y Mario Gotze, aunque este último estaba fichado antes de su llegada.
Pero a pesar de contar con una plantilla de ensueño que ya firmarían para sí la mayoría de entrenadores de la élite, Guardiola no entró con buen pie en el club, pues a las pocas semanas de hacerse con las riendas del Bayern perdió la Supercopa alemana frente a un Borussia sediento de revancha. Hasta la fecha ese es el único borrón de un equipo que domina todas las facetas del juego con mucha solvencia, como así quedó demostrado el sábado en el Signal Iduna Park de Dortmund, donde pasaron por encima de los locales.
Con el balón como protagonista, Guardiola, innovador donde los haya, adelantó la posición de Javi Martínez hasta la mediapunta para obligar al Borussia a deshacerse del balón con rapidez debido a la gran capacidad de trabajo del de Aiegi. Por detrás, Lahm reconvertido a centrocampista de contención, fue el encargado de las labores de elaboración junto a Kroos. Entre los tres ahogaron cualquier esperanza de los de Klopp, que apenas pudieron salir a la contra, su principal arma.
un equipo de récord El Bayern se gustó ante el que se preveía su rival más complicado en la Bundesliga, donde el Bayer Leverkusen asoma en segundo lugar a cuatro puntos de los de Pep. El Borussia ya es tercero a siete puntos. Lo peor de todo es que el sábado se mostró muy vulnerable, sobre todo en defensa. Además, Gotze, estrella hasta el verano del Dortmund reaparició tras un largo periodo de baja y fue el autor del primer tantao de un conjunto de récord. No obstante, gracias al triunfo del sábado ante el Borussia Dortmund, los pupilos de Pep Guardiola continúan con su imparable racha y suman ya 38 encuentros sin perder en la liga germana, superando en dos partidos la racha que entre 1982 y 1983 estableció el Hamburgo.