Bilbao. Ya se sabe, que el Cuatro y Medio está hecho para artistas que saben terminar el tanto, para pelotaris que se saben mover dentro del asfixiante ritmo que marca el tic tac de unos pelotazos espídicos que oprimen, porque recortar la cancha implica establecer menos diferencias entre los pelotaris en el frontón. No como en el Manomanista, en el que un pelotazo al nueve o un saque largo abren un hueco enorme entre el pelotari que pega y el que resta, es decir, un mundo. Eso no pasa en la jaula, en la que la habilidad tiene importancia capital. Y con ella habitando en el aroma del Cuatro y Medio, las empresas solamente han dejado a un solo zaguero dentro de la competición del acotado: Abel Barriola, un guerrero, sí; pero también un estilista. La apuesta tanto de Aspe como de Asegarce reside más en pelotaris que buscan el aire como forma de vida que en manistas que echan la dejada al milímetro. Y dentro de este mundo, Abel se retrata como un gran híbrido. Un purasangre, trotón, pero tan rematador como cualquiera, que abre buenos huecos con el dos paredes, da mucha velocidad al saque y puede terminar de cualquier manera. Impredecible.

La edición de este curso supone la menor apuesta por zagueros de la última década, desde que se creara la Liga de Empresas entre Aspe y Asegarce. Solamente el guardaespaldas de Leitza es el que mantiene el tipo en un mundo muy pequeño trufado de delanteros. Pelotaris de la talla de David Merino o Mikel Beroiz, incluso Aitor Zubieta, que ya saben lo que es jugar dentro de la distancia e, incluso, han tenido grandes réditos en ella -Merino II fue finalista en Segunda ante Idoate-, están fuera. La apuesta empresarial ronda por otra idea: la del juego rápido por encima de todo.

En este aspecto destaca Barriola, un pelotari que ya tiene una txapela en la distancia (en 2001 ante Eugi en el Ogueta) y suma seis finales. Pero quizás su mayor virtud es no haberse descabalgado desde que triunfó de los puestos más jugosos de la clasificación, solo abandonando las mieles por problemas físicos que no le permitieron jugar. En 2002 llego a la final, en 2003 fue eliminado en cuartos, en 2004 llegó a otra final, en 2006 y 2007 también, en 2008 se acabó su camino en semifinales, en 2010 alcanzó la final, en 2011 fue eliminado en semifinales y el año pasado, en la liguilla de cuartos. Es un fijo de las alineaciones de Aspe para la competición, aunque se trate de un clasicómano de la distancia. En su juego destaca el peloteo tradicional, pero gana enteros cuando busca el ataque.

Con la declaración de intenciones de las empresas, atrás quedan los tiempos en los que Patxi Ruiz -otro de los fijos en la distancia- o Rubén Beloki hacían de las suyas dentro del acotado. El exzaguero de Lizarra, habilidoso como ninguno y con una capacidad de jugar de todas las posturas impresionante, se puede considerar con Abel el último zaguero todoterreno, capaz de destacar tanto en el Parejas como en la lucha individual. Por atrás viene Untoria como única alternativa a los delanteros en la distancia. Mientras tanto, en el coto privado de puntilleros, el leitzarra asoma como un rara avis y empieza este sábado en Iruñea contra Idoate su camino en la jaula sin zagueros.

Elecciones en Elizondo e Iruñea Así, Abel Barriola seleccionará hoy material junto a Mikel Idoate en el frontón Labrit de Iruñea a partir de las 11.30 horas. Por la tarde será el turno de Danel Elezkano e Yves Xala. El vizcaino y el de Iparralde están citados en la cancha de Elizondo para las 15.30 horas. Para mañana están previstas las de los enfrentamientos entre Retegi Bi y Ezkurdia en Tolosa, a partir de las 11.30; y Titín III y Saralegi, a partir de las 17.00 horas.