Vitoria. La enfermería baskonista continúa poblada de efectivos y sigue sin deparar noticias esperanzadoras. Con Hanga y Mainoldi aún como lesionados de cierta duración por sendas dolencias en la rodilla, las grandes esperanzas se centran a corto plazo en la positiva evolución que experimente Hamilton de cara a su participación en la segunda jornada continental ante el Panathinaikos en el Eleftherios Indoor Hall. El poste neoyorquino constituye el principal foco de preocupación para Scariolo en un momento crítico donde la pintura demanda a gritos algún refuerzo que complemente a Nocioni, Pleiss y al bisoño Diop.
Mientras mantiene abiertas las gestiones para cristalizar algún movimiento que dote de una nueva dimensión a un equipo envuelto en serias dudas, el club ya ha tomado -previa consulta con el médico- la determinación de que el ex del Bilbao Basket forme parte hoy de la expedición con destino a Nicosia que iniciará un pesado periplo de cuatro días fuera de la capital alavesa. Aunque todavía no se ha reintegrado a los entrenamientos con el grupo debido a las molestias que arrastra en su muslo derecho como consecuencia de su aparatosa caída en las postrimerías del bautismo europeo ante el Maccabi Tel Aviv, existe un moderado optimismo a la hora de que pueda disponer de una buena cuota de minutos en la capital chipriota.
En caso contrario, carecería de sentido que se le forzara a realizar un desplazamiento tan farragoso hacia una de las islas del Mediterráneo, el lugar al que la Euroliga ha obligado a viajar al Laboral Kutxa tras la surrealista rebaja de la sanción que pesaba sobre el Panathinaikos correspondiente al pasado ejercicio.
Hamilton ya se perdió el pasado domingo la derrota de infausto recuerdo ante el Real Madrid, donde el conjunto vitoriano le añoró en exceso pese a la celestial actuación de un Pleiss que sumó 32 puntos de valoración siendo designado MVP. El concurso del fornido poste estadounidense se antoja vital para dar la réplica a un clásico europeo que cuenta bajo los aros, entre otros, con James Gist y Stephane Lasme. Dos interiores extremadamente móviles, atléticos y físicos que, con la oposición de uno de los flamantes fichajes de Josean Querejeta para este curso, sufrirían unas complicaciones indudables a la hora de gobernar la zona.
El regreso de Hamilton también puede propiciar refrescantes novedades en el apartado táctico. Y es que, por primera vez desde que arrancó la presente campaña, Scariolo podría simultanear su presencia y la de Pleiss en pista cuando Nocioni necesite minutos de refresco en el banquillo. El preparador transalpino siempre aboga por alinear a un cuatro abierto que busque el tiro exterior y genere espacios para el hombre alto de turno, pero la solitaria presencia del santafesino en dicha demarcación puede abrir la puerta a una combinación, hasta ahora, novedosa. Cabe recordar que, durante su periplo en Bilbao, Hamilton ya fue utilizado por Katsikaris como falso ala-pívot a lo largo de numerosos encuentros. Como no podía ser de otra forma dada su exigua talla física, el improvisado experimento de utilizar a San Emeterio ante un Real Madrid tan mecanizado y sobrado de recursos constituyó un auténtico fiasco. Con la actual materia prima, desde luego, no se pueden hacer milagros.