Vitoria. En vísperas del bautismo liguero del Baskonia, Scariolo ofreció ayer una jugosa rueda de prensa en la que habló alto y bien claro. No escatimó la siempre imprescindible autocrítica, pero también dejó algún mensaje para navegantes con el fin de remediar las injusticias. El técnico italiano, sin pelos en la lengua, se mostró especialmente molesto con el trato que los árbitros dispensan a Andrés Nocioni a raíz de la enésima técnica que le señalizaron en la reciente Supercopa ante el Barcelona.
"Hay un hecho claro con él. Se ha generado una corriente de pensamiento que le ha pegado una etiqueta y genera una predisposición negativa hacia él. Seguramente es superior respecto a lo que se produce hacia otros jugadores que, ahora no diré los nombres pero si se da el caso lo haré, que protestan igual que él. Por otro lado, es cierto que él, como otros jugadores, habla demasiado y deberá templar su carácter en estas expresiones que no son positivas ni para él ni para el equipo", denunció.
El visceral santafesino no fue el único miembro de su plantilla que recibió una leve reprimenda. Con un tono más moderado, Scariolo también reconoció "la equivocación" de Pleiss a la hora de desvelar -a toro pasado y sin venir en exceso a cuento- el interés del Bayern Munich por su contratación. "Como conocía la realidad de las cosas, me extrañaron muchísimo sus palabras. El manager del club alemán dijo que no había nada de nada. Era un discurso antiguo que salió a la luz pública dos o tres semanas después de las negociaciones. No hubo nada en los últimos días que haya cambiado la situación respecto a hace un mes cuando los equipos hablaron del tema", explicó Scariolo, que en cualquier caso rechazó de pleno que el espigado poste teutón -atado aún con un contrato de tres temporadas pero llamado a recalar en breve en los Thunder de Oklahoma- no tenga los cinco sentidos puestos en esta nueva andadura en la capital alavesa.
El Baskonia protagoniza esta mañana su estreno en la ACB y su cabeza visible en la parcela técnica confía en que esta última semana haya servido para que el equipo ofrezca una cara diametralmente opuesta a la mostrada en la Supercopa. "Esperamos una mejoría. Hemos trabajado como siempre, con mucha seriedad e intensidad. Veo que los conceptos se van afianzando más y algunos jugadores están entrando en la línea de exigencia", confesó el de Brescia, que alabó en este sentido la ambición de los jóvenes para ganarse su cuota de minutos.
La matinal desprende aroma a revancha después de que el Gran Canaria borrase el pasado curso del mapa a la tropa alavesa en el play off correspondiente a los cuartos de final por el título. Sin embargo, Scariolo descartó que su equipo afronte la cita frente a los insulares con ganas de ajustar cuentas con los pupilos de Pedro Martínez. "No hay necesidad de una motivación añadida. Empezamos una nueva temporada, sabemos que el tramo inicial será muy duro, de obstáculos y complicaciones. Solo con esto nos valdrá de sobra para encontrar las energías y toda la motivación. Si alguno tiene otra añadida que le ayuda a crecer, bienvenida sea. Es un hecho marginal respecto al aspecto fundamental del partido que es dar una muestra de crecimiento y de empezar la competición con buen pie", recordó.
Entre los aspectos que el Laboral Kutxa debe mejorar a corto plazo para ahuyentar los fantasmas que se ciernen sobre su figura emergen varios aspectos. "Debemos progresar un poco en todas las cosas. Seguramente los automatismos defensivos deben mejorar para hacer corresponder un buen nivel de agresividad. Ofensivamente, el conocimiento de lo que hacemos hará que las pérdidas se reduzcan. No estaremos en la parte baja en este apartado, pero tampoco queremos perder 20 por partido. Nos faltan automatismos a nivel de equipo, pero también la forma física y técnica de muchos jugadores posee un margen de crecimiento amplio", resaltó el preparador italiano, que alabó del Gran Canaria el incuestionable hecho de que es "un bloque bien trabajado, bien conjuntado, con calidad y actitud".
Scariolo volvió a desenterrar el hacha de guerra para vituperar las diferentes reglas existentes esta campaña en la ACB y la Euroliga que atañen, por ejemplo, al desigual tiempo de posesión tras un rebote ofensivo o al diferente criterio para fijar una lucha. "Valoro muy negativamente que sean distintas en las dos competiciones. Es algo fuera de toda lógica y los tiempos que estamos viviendo. Estamos en un continente pequeño con pocas ligas que pueden dictar el rumbo del tipo del reglamento. No podemos complicarnos la vida así. Eso perjudica a los aficionados y a los equipos", lamentó.