VITORIA. Hungría, su tierra natal, España, su país de adopción y Checoslovaquia, la tierra de sus antepasados. Son las tres banderas que defendió Ladislao Kubala en el fútbol. Quien fuera estrella del Barcelona durante doce temporadas se enfundó la camiseta de tres selecciones nacionales distintas. Es un récord mundial, una excepción. Pero jurar lealtad sobre el césped a diferentes banderas no es algo exclusivo del fútbol en blanco y negro. "Probablemente la FIFA esté volviendo a las reglas de 1930, 1940 o 1950, cuando Mazzola jugó con Brasil y jugó con Italia. Di Stéfano, Preguinho, Puskas...". La crítica la ha realizado la pasada semana el seleccionador de Brasil, Luiz Felipe Scolari. En el país sudamericano están molestos con el actual reglamento, el mismo que permite que Diego Costa, brasileño de nacimiento, pueda jugar próximamente con España.

El caso del delantero centro del Atlético de Madrid no es una excepción, nada nuevo, pero en vísperas de un Mundial merece la pena patalear un poco. Bien sea para conseguir un hombre que tiene la facilidad de golear por castigo, o bien para que no lo pueda enrolar un rival directo por el campeonato. Scolari ya levantó el teléfono en su día para que el ariete se vistiese de amarillo. De hecho, Costa se puso la indumentaria de Brasil en dos partidos amistosos contra Rusia e Inglaterra. Pero Scolari solo le dio 5 minutos de juego y después se olvidó de él a la hora de realizar la convocatoria para la Copa Confederaciones. A Costa le sentó mal y a partir de ahí se dejó querer por la selección española, un combinado que ve cómo la dupla Torres-Villa, vital en la consecución de dos Eurocopas y un Mundial, pierde peso con el paso de los años sin que los Negredo, Soldado y Llorente estén a la altura de la creatividad y magia de la línea de centrocampistas.

Vicente del Bosque no ha dejado pasar la oportunidad y ha comprobado en persona el interés de Costa por vestirse de rojo. Pero Brasil ha pasado a la defensiva y está entorpeciendo y retrasando todo lo posible el debut de Costa con España. La Federación Española anunció el jueves que el delantero no estaba en la convocatoria para los próximos dos partidos "por haber exigido la FIFA un certificado de la CBF de que Diego Costa no ha jugado partido oficial alguno con la selección de Brasil en ninguna de sus categorías". Este documento se exige a jugadores que han obtenido la doble nacionalidad por residencia y no por sus orígenes familiares. Efectivamente, Costa no ha jugado ningún partido oficial con Brasil en ninguna categoría, pero la CBF no ha encajado bien la llamada de Del Bosque al delantero. Mientras los estamentos del fútbol deciden si Costa puede jugar o no con España, Scolari puede enrevesar todo aún más llamándole para jugar con Brasil. Pero Costa, que hoy cumple 25 años, tiene tomada ya la decisión, tal y como lo confirmó tras el partido de ayer con el Atlético y en el que le metió dos goles al Celta: "La decisión la tiene que tomar FIFA, no yo. Mi decisión está tomada".

Luiz Felipe Scolari cargaba contra España, a la que veía provocando una situación "extraña", cuando él mismo, siendo seleccionador de Portugal, unió a la causa a jugadores nacidos en Brasil como Pepe y Deco. El técnico no ha dudado en cargar contra el reglamento: "En unos años probablemente un país cualquiera contrate veinte jugadores y haga una selección. Puede jugar cinco, diez, o cien amistosos, después en el 101 juega un partido oficial por un país y la FIFA lo va a reconocer. Lo encuentro extraño".

Italia tienta a icardi Estos días otro jugador ha tenido que elegir los colores de la selección con la que jugará. Se trata de Mauro Icardi. Nacido en Rosario, Argentina, se crió desde los 6 años en Canarias y después se curtió en la cantera del Barcelona. Dio el salto a la élite en Italia, en la Sampdoria, y esta temporada ha sido fichado por el Inter de Milán. Su Argentina natal le ha llamado ahora para debutar en la selección albiceleste, pero Italia también ha querido tentar a este delantero de solo 20 años.

La lesión de Leo Messi ha hecho que Alejandro Sabela tenga que llamar a un jugador más para los partidos contra Perú y Uruguay y no ha dudado en convocar a Icardi. Al contrario que Costa, el delantero rosarino ha hecho oídos sordos a los cantos de sirena de Europa y se ha decidido por defender los colores de su país natal. "Soy argentino y tengo ilusión por jugar junto a Messi".

Antecedentes en España En las últimas décadas la selección española no ha dudado en reclutar los talentos que se le han puesto a tiro. Costa puede seguir la senda de jugadores que también jugaron en el Atlético de Madrid. Mariano Pernía y Donato, argentino y brasileño de nacimiento respectivamente. De Brasil también era originario Marcos Senna, quien se nacionalizó y ganó con España la Eurocopa de Austria y Suiza. Juan Antonio Pizzi, otro argentino, también llegaría a jugar el Mundial de 1998 con España.

Puede que la profecía de Scolari termine cumpliéndose. No sería de extrañar que Catar, país organizador del Mundial de 2022, decida tirar de talonario para presentar una selección a la altura del evento del que será sede. Todo es posible si las banderas, como los escudos de los clubes, tienen un precio.